Desde la entrada de la avenida Juan Pablo Duarte hasta llegar a la Nicolás de Ovando, el ambiente de abandono sobresale a primera vista. Se trata de un tramo que abarca aproximadamente 1.30 kilómetros de distancia.
Allí convergen dos realidades: el lado comercial, con la actividad del Mercado Nuevo de la Duarte y otros negocios. Y el lado mugriento, con el cúmulo de basura en tiraderos improvisados, el deteriorado drenaje sanitario y pluvial, y las aguas residuales que se posan en las orillas de las aceras.
“La única calle que está abandonada en el centro de la Capital se llama la Duarte”, sentenció el representante de la parada de motoconchistas de la Avenida de Los Mártires con Duarte, Geraldo del Rosario, cuando fue consultado por el entorno de ese tramo.
Geraldo, que calificó la avenida como una “arteria comercial”, denunció a LISTÍN DIARIO que desde hace mucho tiempo ha permanecido “arrabalizada” con hoyos por doquier, basura y un desorden urbano, fruto de la colocación de vendedores de alimentos en las aceras. El transportista reclamó a la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) intensificar los planes de limpieza en la zona: “Queremos que vengan en auxilio”.
El coordinador del control de la ruta Avenida de Los Mártires, Parque Enriquillo y Duarte, Juan Manuel Alcántara, coincidió con Geraldo al señalar que ese tramo luce “muy sucio y muy desorganizado”.
Tras referirse al entorno del mercado: los basureros improvisados, aguas contaminadas, aceras sucias, Alcántara dijo que “donde la gente viene a comprar alimentos para consumir, no se puede tener basura al lado: el olor, las moscas, se pueden penetrar en los alimentos”.
El coordinador del control también deploró que los desagües de esa zona están obstruidos, una situación que ya ha provocado inundaciones con pocas lluvias. “No funcionan bien. Aquí desde que cae un poquito de agua, está todo lleno”, dijo a este diario y clamó a las autoridades a tomar cartas en el asunto, ya que se han sentido “abandonados”.
La avenida Duarte, que abarca casi seis kilómetros de distancia, es la conexión entre otras calles, con características similares en materia mercantil, flujo de personas y tránsito: José Martí, Juana Saltitopa, Dr. Betances, Josefa Brea, París, donde brota una parte de la economía dominicana.
A principios de diciembre de 2023, el Gobierno de Luis Abinader inauguró la última etapa del proyecto “La Paris y su Entorno”, en un tramo de 1.4 kilómetros, casi lo mismo que abarca el tramo abandonado de la Duarte. La calle París pasó de ser un espacio caótico y sucio, a tener nuevas aceras, rampas, adoquinado, alcantarillado, iluminación y embellecimiento.
Desperdicios “permanentes”
De acuerdo con el director de la Fundación Entidad de Saneamiento Comunitario (Escoba), Arístides Arroyo, el abandono tiene que ver con la “acumulación permanente de desechos sólidos” en las calles y aceras, ya que, muchos comerciantes del mercado sacan la basura y la arrojan en los vertederos.
Esta fundación tiene la responsabilidad de recolectar, todos los días, los residuos en el Ensanche Capotillo y Espaillat, bajo un contrato con la ADN. A Escoba le corresponde recoger la basura que se acumula en los alrededores del mercado. Ellos disponen de un personal y camiones de carga.
A los recolectores del mercado, por ejemplo, les pagan por tonelada 45 pesos, más un incentivo de 3,000 pesos mensuales. El pago varía dependiendo la localización. Mientras que, a los choferes les pagan 62.43 pesos, más el mismo incentivo. Por la basura que ellos reúnen, el cabildo del Distrito Nacional les paga por toneladas 1,425 pesos.
Propuesta
Arroyo, que concedió una entrevista a LISTÍN DIARIO, propuso la colocación de contenedores en distintos puntos de la avenida Duarte para contrarrestar la acumulación de basura. Dijo que están dispuestos a adoptar esta medida, si la Alcaldía las acepta. Según Arroyo, la inversión sería no más de 200,000 pesos.
Reacción
El director de Escoba reaccionó a la crónica que publicó este diario ayer titulada: “La inmundicia arropa entorno del Mercado Nuevo”, afirmando que no tuvo “desperdicios”: “Dijeron lo que es”.
El trabajo expone la realidad que vive el ambiente del mercado con los tiraderos de residuos sólidos, pese a la constante recogida; las impresiones de algunos comerciantes, así como de la gente que frecuentan el lugar.