Junto con la rotura de la pantalla, los problemas técnicos derivados de una caída fortuita en algún líquido es otra de las principales consultas de los consumidores a los servicios técnicos. Por fortuna, muchos de los dispositivos móviles más avanzados -y otros lanzados en los últimos años- cuentan son sistemas de protección con certificados que garantizan, en principio, que van a repeler el agua o el polvo. Eso sí, con matices, porque realmente el uso de arroz como elemento para «secar» el producto no está demostrado científicamente.
Los fabricantes de telefonía móviles advierten, sin embargo, que se recomienda revisar previamente la certificación con la que cuentan los «smartphones». Ni todos son iguales ni todos cuentan con las mismas medidas. En general, aquellos que cuentan con certificación IP68 -muy extendido- significa que puede ser sumergido en agua a profundidades de hasta un metro y medio durante un máximo de 30 minutos.
Pero hay que tener en cuenta que se trata de agua del grifo, nunca del mar ni con otros elementos. De esta manera, el equipo eléctrico es capaz de soportar -pero sin que se filtre agua en el interior- la inmersión completa y continua a la profundidad y durante el tiempo que especifique el fabricante del producto. Esta es la norma que rige los modelos que cuentan con esta certificación «waterproof», que son muchos, pero no todos.
De tal manera que en caso de que un «smartphone» con sistema IP68 haya estado expuesto al agua dulce, la recomendación de los fabricantes se limita a secar con cuidado con un paño limpio y suave. Son resistentes a derrames accidentales de líquidos comunes, como refrescos, cerveza, café, té y zumo. En principio no debe suponer otro problema adicional y en cuestión de minutos el terminal deberá funcionar en un estado normal.
En el caso de Apple, el gigante de la tecnología informa que el daño por líquidos «no está cubierto por la garantía», pero se asegura que sus modelos más actuales (iPhone 11) se acogen a la certificación IP68 y prometen que soportan profundidades de hasta 4 metros durante un máximo de 30 minutos, mientras que los anteriores (iPhone 7, iPhone 8, iPhone X) disponen de IP67 y se reduce la resistencia a un metro durante media hora. Por tanto, si un «smartphone» incluye IP68 y ha estado expuesto a cualquier tipo de líquido distinto al agua dulce, lo único que queda es lavar inmediatamente el dispositivo con agua «normal» de manera suave y secar con cuidado con un paño suave y limpio.
Esa es la teoría. Samsung, en cambio, se mantiene más reticente con sus equipos, según su página de soporte. «Las evaluaciones a las que se someten los equipos son pruebas controladas y las variables que puedan existir frente a su uso dedicado bajo el agua son muy variables. Uno de los detalles principales que debes considerar es que la protección de agua no incluye el agua salada, por lo tanto si el equipo es expuesto al agua del mar, es muy posible que esta cause corrosiones a las terminaciones metálicas que pueda tener el equipo», advierten.
En cualquier caso, los principales fabricantes recomiendan evitar algunos usos ante un posible problema técnico. Para que no se produzcan daños por líquidos en principio no es recomendable bañarse, ni exponer el terminal a agua a presión, utilizarlo en ,una sauna, dejarlo caer o desmontarlo.
Pasos a seguir
1- Si un líquido que no es agua salpica dispositivo, se recomienda lavar el área afectada con agua de grifo.
2.- Luego, limpiarlo con un paño suave que no desprenda pelusa, por ejemplo, un paño para lentes o una gamuza limpia.
3.- Intenta evitar que entre humedad por las aberturas y es importante no utilizar productos de limpieza ni aire comprimido.
4.- Entonces, se debe comprobar que está seco antes de abrir la bandeja SIM.
5.- Otra recomendación es que si estado expuesto a líquidos es necesario desconectar todos los cables y no cargues el dispositivo hasta que no esté completamente seco.
Tomado de https://www.abc.es