El presidente de la Unión Demócrata Cristiana, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, pidió hoy que la primera semana del año escolar en San Cristóbal, se dedique a terapias sicológicas conductuales, para prevenir traumas entre los niños y adolescentes.
Destacó que cuando hay conflictos sociales o accidentes como el de San Cristóbal, los más afectados en su conducta diaria son los niños-estudiantes.
Por consiguiente, la primera semana de docencia en la jurisdicción de San Cristóbal, se debe dedicar a trabajar con los niños, para prevenir males mayores en su formación conductual, al ser sometidos a una tensión emocional, por la secuela de las explosiones e incendio, que dejaron más de 32 muertos.
No es suficiente con levantar carpas en un parque y dar terapias a cielo abierto, y luego los técnicos desaparecerse, sino que se tiene que aprovechar el ambiente donde los niños se reúnen y comparten.
Esa terapia en las escuelas debe ser llevada a cabo por maestros especializados del ministerio de Educación y sicólogos infantiles del ministerio de Salud Pública. Los padre sy tutores se deberán integrar a las charlas, para que tengan conocimiento del comportamiento a seguir con los niños.
Los dos ministerios tienen una gran responsabilidad por delante, y es buscar la forma de integrar a los niños a las escuelas, superando las heridas emocionales que le produjeron los sucesos de la pasada semana en San Cristóbal.
Añadió que en plena vacaciones escolares, la vida pueblerina y tranquila de esos niños se vio de repente alterada por las explosiones, el fuego, decenas de vehículos de rescate, los bomberos, la guardia, la policía y las transmisiones de los medios de comunicación.
Dijo que sería una irresponsabilidad profesional que en la zona de San Cristóbal se inicie el nuevo año escolar, antes de finalizar el mes, sin que se le de por lo menos una semana de terapia colectiva a los niños y adolescentes.
Afirmó que en estos casos los organismos especializados internacionales recomiendan integrar a las escuelas, además de las charlas y terapias, juegos, competencias deportivas y culturales, y a los más pequeños permitirles que vayan a las aulas con sus juguetes preferidos.
Si las explosiones y el incendio de San Cristóbal ocasionó grandes daños emocionales a toda la comunidad, donde el que no es familia, es vecino y amigo, ya es fácil poder estimar como estarán los niños y adolescente.