Tecnología

La tecnología se expande a la movilidad en las ciudades: así salvan vidas los pasos de peatones inteligentes

Estos sistemas detectan mediante sensores cuando un peatón se acerca e iluminan mediante intensas luces LED el paso de cebra y una serie de señales verticales, pudiendo además recoger datos sobre el tráfico de personas y vehículos.

¿Son suficientemente seguros los pasos de peatones? ¿Están bien iluminados, señalados y a la vista para los conductores? Desde nuestra más tierna infancia nos han ensañado que para poder cruzar debemos asegurarnos de que no viene ningún coche, mirando a izquierda y derecha antes de poner un pie en la calzada. Incluso aunque tengamos prioridad en un paso de cebra.

Esto se sostiene sobre todo si tenemos en cuenta datos como los que transmite el Instituto MAPFRE de Seguridad Vial: alrededor del 15% de los atropellos mortales ocurre en los pasos de peatones, siendo la velocidad y las distracciones al volante las principales causas.

¿Cómo podemos utilizar la tecnología para poner remedio a esto? Los pasos de peatones inteligentes son la nueva apuesta de España para alertar a los conductores de que una persona se acerca y evitar así accidentes de tráfico.

Un paso de cebra inteligente tiene un elemento fundamental que lo diferencia de los cruces clásicos: las líneas blancas se iluminan con tiras LED, generalmente en los laterales, cuando el peatón se acerca gracias a unos sensores. El objetivo es que los conductores reduzcan más la velocidad al acercarse.

La idea es muy útil sobre todo en zonas en las que el alumbrado público es escaso o está cubierto por árboles o en las que el entorno está poco iluminado, ya que en estas los peatones tienen más riesgo de no ser vistos.

Este sistema, además, podría evitar otros casos relacionados con la falta de visión del paso, como cuando el conductor no ve el cruce porque la pintura está desgastada por el paso del tiempo -algo común si no se realiza un mantenimiento periódico de la misma-.

En todos estos supuestos el problema podría solventarse con las tiras LED incrustadas en el asfalto que proponen los pasos de cebra inteligentes, que solo se iluminarán si los sensores notan que un peatón se acerca, así que si el conductor los ve brillando sabrá que hay una persona a punto de cruzar y que debe reducir la velocidad. Y por si no le queda claro, se colocan también señales verticales que se encienden.

Es importante señalar también que la iluminación está conectada al alumbrado público y al encenderse únicamente cuando alguien se acerca ahorran luz en aquellas horas en las que no pasa nadie.

Se trata de “un sistema inteligente que mejora enormemente la seguridad vial, multiplicando exponencialmente su eficacia en relación con la actual pintura reflectante, ya que convierte una señalización horizontal pasiva (pintura reflectante) en activa”, explica la web de Stepvial, una de las empresas que en España se dedica a la instalación de este tipo de tecnologías en los pasos de cebra.

Este tipo de señalización cuenta con el visto bueno de la DGT, cumpliendo con los respectivos requisitos en cuanto a iluminación, resistencia o resbaladicidad.

Concretamente, Stepvial puso en funcionamiento en junio de 2020 en un municipio de Badajoz un total de 12 pasos de peatones inteligentes conectados a una plataforma Smart City a la cual transmiten en tiempo real información de diferentes parámetros relacionados con la movilidad.

Así, estos cruces no solo ofrecen una manera de avisar a los conductores de la aproximación de un peatón mediante la iluminación por LED cuando los sensores detectan a alguien, además dan en tiempo real información que pueden ayudar a la reorganización del tráfico, ya que proporcionan el flujo de personas y vehículos que transitan por dichos enclaves.

Esto, sumado a tecnología big data, permite analizar los datos de cada uno de estos pasos de peatones inteligentes y “obtener análisis predictivos sobre su evolución para tomar decisiones en consecuencia”, dicen desde Stepvial, que ya ha llevado a cabo proyectos similares en otras localidades de Valencia, Islas Canarias, Málaga, Tarragona, Elche, Lleida, Cáceres, Galicia, Salamanca o incluso en el extranjero en México y Portugal.
La ley ampara una mejor iluminación de los cruces

El Real Decreto 1890/2008 de eficiencia energética, en su sección de alumbrados específicos determina que: “En el alumbrado adicional de los pasos de peatones, cuya instalación será prioritaria en aquellos pasos sin semáforo, la iluminancia de referencia mínima en el plano vertical será de 40 Lux, y una limitación en el deslumbramiento G2 en la dirección de circulación de vehículos y G3 en la dirección del peatón”.

Desde Setga, otra de las empresas que se dedica a la instalación de estos servicios, explican que “si bien el objeto general del citado reglamento de eficiencia energética no es establecer valores mínimos de iluminancia, los alumbrados específicos como los pasos de peatones representan una excepción donde los valores mínimos se convierten en obligatorios al ‘primar la seguridad’ sobre el resto de variables”. En caso de accidente grave y ante el incumplimiento del Real Decreto 1890/2008, subrayan, “podrían derivarse responsabilidades hacia los gestores de la infraestructura, liberando incluso a las compañías de seguros de sus compromisos de cobertura”.

En este caso la solución de Setga, llamada Prudenza, integra módulos ópticos LED interactivos con “alta incidencia fotométrica en el plano vertical del peatón” junto a sistemas de balizamiento intermitente formado por “destelladores ámbar”, así como diferentes alternativas de video-vigilancia conectada. Es decir, se colocan farolas a ambos lados del cruce que integran un sistema de iluminación en el poste que se enciende cuando pasa una persona:

Otras aplicaciones de la tecnología

Además de estos pasos de peatones inteligentes, otras compañías también apuestan por extender esta solución a otras áreas de la movilidad. Así, la empresa Interlight ofrece carriles bici lumínicos, iluminación en glorietas y sistemas conectados a las plataformas inteligentes de las ciudades, para que estas puedan analizar e introducir en sus bases de datos cuantas veces se ilumina y en qué momentos.

Tomado de 20 minutos