Tecnología

Influjo negativo de las pantallas en la pauta de sueño de los adolescentes

El uso de pantallas a determinadas horas, sobre todo antes de irse a dormir, provoca que la calidad del sueño sea peor e incluso que tengan un sueño fragmentado. Lo ha constatado un reciente informe del ISGlobal en base al estudio de 1500 preadolescentes, entre los 9 y los 12 años.

Mónica Guxens es investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y autora del estudio realizado a 1500 niños de entre 9 y 12 años que afirma que el uso de pantallas antes de irse a dormir provoca que la calidad del sueño sea peor, e incluso, que tengan un sueño fragmentado. En el ISGlobal se investigan habitualmente, los efectos ambientales en la salud y para este informe se han centrado en el efecto de los campos electromagnéticos de los dispositivos móviles en el sueño, algo que su investigación descarta al menos durante el uso diurno de los móviles, aunque si se usan por la noche parece probable que sí que tengan influencia.

Según este estudio, los preadolescentes pasan una media de 50 minutos al día mirando al móvil pero es evidente que les afecta. Tal y como ha explicado Guxens en «Boulevard» de Radio Euskadi, lo ideal es que no se utilicen pantallas 2 o 3 horas antes de ir a dormir ya que puede ser perjudicial para que los niños y adolescentes tengan un sueño profundo y reparador.

De acuerdo con su investigación, la media de sueño de estos preadolescentes es de unas siete horas y media, y está por debajo de las cerca de diez horas que recomienda la OMS para esas edades. Por tanto, duermen poco, «el uso de las pantallas es adictivo» y además, puede estar «relacionado con problemas conductuales o con el menor desarrollo cognitivo» de los adolescentes.

Tal y como se recoge en el «Manual de supervivencia para madres y padres en tecnologías y redes sociales» de Andrea Alfaro, lo recomendable para un desarrollo «normal» de los menores, sería entre 9 y 11 horas de sueño. Los menores cada vez retrasan más la hora de ir a dormir «y es por la pantalla». En opinión de Alfaro hay que intentar que los jóvenes no tengan acceso a las pantallas desde 1 hora antes de ir a la cama.

Tomado de EITB