España genera más de 200.000 toneladas de basura electrónica. En todo el mundo, según Naciones Unidas, se recicla solo el 15% de todo lo que el ser humano tira a la basura. Y poco a poco empiezan a surgir iniciativas que proponen mecanismos y objetos reutilizables, algo que choca frontalmente contra el actual modelo económico basado en plásticos, altamente contaminantes y de difícil recuperación.
Algo que da la sensación de que para garantizar el futuro conviene, contra todo pronóstico, volver a las raíces terrenales, al pasado en donde la venta de productos de higiene o alimenticios a granel era el pan de cada día. De ahí que se ponga el foco en el producto electrónico más revolucionario de las últimas décadas, el teléfono móvil, que se se ha convertido en algo necesario. Como objeto económico, los fabricantes se esmeran por renovar sus modelos anualmente, con lo que al cabo del tiempo los móviles antiguos van cogiendo polvo en cualquier cajón. Quien más quien menos tiene guardado dos o tres.
Como reproductor de música
¿Y si tuvieran una segunda vida? ¿Y si pudieran reutilizarse para algunos fines particulares? Dependiendo de la época en la que se desarrolló -la tecnología cambia rápidamente-, un «smartphone» por ejemplo bien puede servir como un reproductor de música, como proponen desde el medio especializado «Ticbeat», sobre todo si se trata de un móvil basado en el sistema operativo Android. Se pueden cargar fácilmente canciones en formato MP3 y, voilà, a disfrutar de la música.
Como mando a distancia de la tele
Dependiendo del televisor que se tenga es posible que tenga un modelo compatible con Android. De tal forma, que se puede descargar alguna aplicación específica que sirva para controlar algunas funciones básicas como subir el volumen. También, en caso de tener un reproductor multimedia como Chromecast se puede compartir contenido en pantalla grande.
Como «tele» portátil para la cocina
La doble pantalla se ha implantado definitivamente en la sociedad. El móvil, a su vez, es la principal puerta a internet y, sobre todo, a los contenidos digitales. Dado que la mayoría de canales de televisión ya cuentan con sus propias aplicaciones móviles o servicios digitales, otra de las posibilidades que ofrece un móvil antiguo -un «smartphone», más bien- es tenerlo a mano como un pequeño televisor en la cocina, por ejemplo. Si bien es cierto que sus dimensiones pueden ser poco favorables para verlo en condiciones y lo más seguro es que la calidad de la pantalla no sea igual que tu nuevo y flamante móvil es posible tenerlo ahí por si las moscas. Y más porque lo normal es que se tenga solo una tele, en el salón.
Como disco duro para las fotografías
Otra de las ventajas de tener un móvil viejo es que puede servir su memoria como disco duro para guardar fotografías. Lo más recomendable es realizar copias de seguridad periódicamente, almacenarlas en soportes físicos, compaginarlos con servicios en la «nube» si se puede e, incluso, hacer algo que ya nos hemos olvidado, imprimirlas en papel. Pero un dispositivo antiguo se puede tener por ahí rulando por si acaso perdemos el móvil que manejamos a diario o sufrimos un robo. Así conservaremos un material importante.
Como sistema de videovigilancia
Esta es una interesante propuesta que viene de la mano de la teleoperadora Phone House y que permite reutilizarlo como una cámara de videovigilancia para el hogar. Hay muchas aplicaciones que permiten tener acceso a la cámara en «streaming» desde un dispositivo remoto. Así, desde el «smartphone» que utilizamos a diario se puede tener acceso al campo de visión del terminal que podríamos colocar en la habitación de nuestro hijo pequeño o, incluso, tu negocio.
Como plataforma de juegos móviles
¿Y si se destina para «quemarlo» con los juegos móviles de moda? Es posible que si el móvil tiene ya unos años no sea capaz de mover en condiciones ciertas propuestas recientes, pero para pasar un rato entretenido seguro que chuta. Siempre se puede ir probando desde las diferentes tiendas de descarga, de tal forma que así nos ahorramos espacio en el móvil nuevo. Y piénsalo: si vas a la playa, ¿por qué no te llevas esta tartana vieja?
Como entretenimiento para tus hijos
Una propuesta está concebida para los más pequeños de la casa. Lo ideal es restringir el tiempo dedicado al móvil a los menores, pero es cierto que tarde o temprano, y más en el momento de hiperconectividad que existe, van a tener acceso. Lo más recomendable es activar los controles parentales, llevar una permanente comunicación para ver qué consumen y qué no y ponerles límites. Pero bien puede servir para entretenerlos un rato, guardarles películas de animación o series populares en su memoria o crearles un perfil en servicios de «streaming» tipo HBO o Netflix. De esta manera evitaremos gastos innecesarios en un nuevo dispositivo y, por otro, nos garantizamos que si se rompe no perdemos demasiado, y más con lo poco cuidadosos que son algunos.