Un intenso temporal de lluvias iniciado la noche de este miércoles en la región centro este de Argentina causó graves anegamientos, varios destrozos y obligó a evacuar familias de Buenos Aires y sus alrededores, donde rige una alerta naranja del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Entre las zonas damnificadas de la provincia de Buenos Aires se encuentran la cipf-es.org ciudad de La Plata, Berisso, Quilmes, La Matanza y Tigre, informó la agencia Télam.
En La Plata, capital del distrito, cayeron 155 milímetros de agua en 10 horas, lo que afectó a unas 1.000 familias que tuvieron que ser asistidas en centros de evacuados.
Según informó el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad del distrito, en esa localidad se están realizando operativos para asistir con la entrega de alimentos, elementos de higiene y de emergencia y se están organizando cuatro centros de evacuados.
En Berisso, otros 300 núcleos familiares tuvieron que ser auxiliados por el organismo, mientras que para Quilmes y La Matanza el ministerio coordinaba las tareas con cada municipio.
El tránsito vehicular se vio también afectado por la cantidad de precipitaciones, principalmente en las calles y avenidas de La Plata, donde aún se recuerda la grave inundación que causó 89 muertes en 2013.
«Se trata de un fenómeno climático histórico a raíz de que hace 60 años no se tenía constancia de una lluvia de esta intensidad durante agosto», dijeron desde el municipio.
En la Ciudad de Buenos Aires se vieron también calles colapsadas por el agua acumulada, aunque no se reportaron evacuados.
Sí hubo destrozos importantes por la caída de árboles. En el barrio porteño de Chacarita, un automóvil marca Honda City de color plateado quedó prácticamente en ruinas, luego de ser aplastado por un enorme tronco. El tránsito fue bloqueado allí por un operativo de Bomberos.
En el Partido de Tigre, una zona que convive con el Delta del Río Paraná, usuarios de redes sociales reportaron vecinos movilizándose en bote por las calles inundadas.
Asimismo, en el Aeroparque Jorge Newbery y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, hubo más de 110 vuelos afectados por cancelaciones y demoras, debido al temporal y una tormenta eléctrica que obligó a suspender por varias horas la actividad.
Ante las malas condiciones del clima, quedó interrumpida todo tipo de tarea en pista, por lo que no se pueden realizar los servicios de rampa, como asistencia a las aeronaves, retiro y recepción de equipajes.