El jefe financiero de Facebook, David Wehner, anunció este martes que la red social sacará este año una herramienta que permitirá a los internautas borrar parcialmente su historial de navegación, pese a que pueda suponer una amenaza para su modelo de negocio.
La compañía que dirige Mark Zuckerberg intentará así dar respuesta a las críticas que recibe por su gestión de los datos personales y la falta de privacidad en la plataforma, especialmente tras el caso de la consultora Cambridge Analytica del año pasado.
Justo después del escándalo generado al revelarse que esa empresa utilizó una aplicación para recopilar millones de datos de internautas de la plataforma sin su consentimiento con fines políticos, fue el propio Zuckerberg quien ya prometió una herramienta para dar más control a los usuarios.
La decisión podría tener consecuencias negativas para Facebook, ya que su negocio consiste precisamente en la venta de espacios publicitarios «al pormenor», es decir, ajustados a las preferencias de cada persona, en base al historial de navegación y actividades de cada usuario.
«En líneas generales, esto nos va a dificultar la tarea de dirigirnos a cada persona de una manera tan efectiva como anteriormente», admitió el máximo responsable de las finanzas de la compañía en un acto en San Francisco.
Rastreo
La futura herramienta no permitirá eliminar por completo los historiales, sino que dará acceso al usuario a la visualización de los datos sobre su persona compilados por Facebook mediante aplicaciones terceras y otras webs, y será este el que los pueda eliminar si así lo desea.
La red social logra información detallada sobre cada persona mediante herramientas de análisis y de «rastreo», lo que le permite elaborar perfiles detallados sobre las actividades online de cada individuo, tanto dentro como fuera de Facebook.
Son los datos que muestran, por ejemplo, si el usuario ha accedido o no a un enlace a través de Facebook, qué páginas ha visitado dentro de ese enlace o cuánto tiempo ha pasado en ellas.
Pese a seguir creciendo en todo el mundo (especialmente en los países en desarrollo) y estar logrando beneficios multimillonarios, la compañía de Menlo Park (California, EE UU) traviesa una profunda crisis de imagen relativa a su gestión de la privacidad y de la seguridad de los datos.