Provincias Dominicanas

En Barahona exigen terminar la presa de Monte Grande

Santo Domingo, RD. Decenas de personas prove­nientes de distintos puntos de la región se concentraron la mañana de este domingo en una marcha que recorrió varias calles de este munici­pio, exigiendo respeto por la vida, acceso a agua potable y cese de la contaminación ambiental.

La marcha, organizada por la Coalición Enriquillo, que agrupa a decenas de organi­zaciones sociales, populares, ambientales, estudiantiles, de profesionales y amas de casa, era escoltada desde su salida de la cancha del ba­rrio Savica, hasta culminar en el hotel Guarocuya, en el malecón local, donde Leo­nardo Mercedes leyó una proclama.

No escucharon al pueblo
En un documento, Mercer­des cuestiona al actual y el anterior gobierno, porque ambos “otorgaron el Baho­ruco Oriental, principal fuente de agua y alimentos para más de 130 mil habi­tantes de la sierra, la costa y el llano, 28 concesiones de exploración y explotación minera e hicieron caso omi­so a las demandas de las co­munidades para que no se permita operar en ese sitio, pero que sus 2/3 parte de sus 955 km2 de superficie, se la “comen entera” la mi­nera norteamericana Bel­fond Enterprise y Khoury In­dustrial en las lomas de Las Filipinas y Cabral”.

Hay que parar esto
“Y lo seguirán haciendo por 75 años hasta convertir la vi­da en un imposible en la Sie­rra del Bahoruco si no los páramos en seco ¡ya!”, expo­ne Mercedes en la proclama leída ante una multitud que coreaba consignas a favor de la vida. Consideran co­mo un cuadro de tragedia, “el golpeo abusivo, injusto y sistemático, orientado a des­pojar a Barahona de sus ri­quezas destruyéndolas, con el inconfesado y malsano despropósito de matar nues­tras posibilidades de desa­rrollo y condenarnos para siempre a la más desprecia­ble miseria”.

EN LUCHA
insistirán en sus pedidos
Más demandas

La multitud partici­pante en la marcha or­ganizada por la Coali­ción Enriquillo exigió la cooperativización del ingenio Baraho­na, terminación de la presa de Monte Gran­de, que el hotel Gua­rocuya no se convierta en hospital oncológi­co, sino en una escue­la, rebaja de la can