Desde las redes

Bruselas se prepara para una pesadilla peor que el Brexit

La situación política en Italia se puede convertir en la peor pesadilla para la Unión Europea. Y no era fácil teniendo en cuenta el ambiente que está viviendo ahora mismo la Unión, con grandes tensiones diplomáticas con Estados Unidos. Los jefes de estado y de Gobierno cenaron ayer en Sofia con un complejo menú centrado oficialmente en los Balcanes, pero salpimentado sin duda por las noticias que vienen de Italia.

A pesar de que oficialmente no se hacen comentarios y lo que dicen los portavoces oficiales de la Comisión es que la institución está preparada para trabajar con cualquier gobierno democrático, en Bruselas no puede ocultarse la preocupación que plantean los términos en los que se discute la formación de una coalición en Italia. El principal problema es que Italia no es un país como Grecia, sino que es la tercera economía de la zona euro y de largo la más endeudada de la UE. Con una proporción relativa de 132% del PIB, la economía italiana es altamente dependiente de la deuda. Y un movimiento de pánico en los mercados puede suponer un problema terrible para la financiación del estado.

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En un primer momento, las instituciones europeas se preparaban para la eventualidad de que el resultado electoral favoreciese la candidatura del actual presidente del Parlamento Europeo y ex comisario, Antonio Tajani. Pero el recuento no favoreció esta posibilidad y en su lugar ha desembocado en una coalición de populistas antieuropeos y demagogos euroescépticos. Una combinación letal para los intereses comunitarios.

Así se entiende que declaraciones como la que hizo ayer el presidente del Consejo Donald Tusk contra el presidente norteamericano, Donald Trump, hayan pasado casi desapercibidas. Tusk llegó a decir en referencia al estadounidense que «con amigos así, ¿quién necesita enemigos?» en referencia al país considerado como el principal aliado de Europa. Rusia amenazando la estabilidad en la UE (la cumbre de Sofia pretendía lanzar una señal de alarma para detener el avance de Moscú en los Balcanes) ahora el principal problema podría venir de uno de los países fundadores.

Sería una inesperada revancha histórica, teniendo en cuenta que desde 2011, cuando se produjo la dimisión de Silvio Berlusconi forzada por las presiones europeas, se considera que la UE ha influido directamente en la gobernación de Italia a través de diferentes presidentes del Gobierno, para acabar desembocando en el triunfode esta combinación de nacionalismo y populismo antieuropeo.