Santo Domingo.-El aumento en la incidencia de malaria en el país, principalmente en los focos de propagación de Azua y San Juan, es preocupante, mas no supone una situación de alarma extrema.
Esta es la afirmación del presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, al explicar que esta es una enfermedad endémica, por lo que siempre aparecen casos en diferentes zonas del país.
Hasta la semana 23, de dos al ocho de junio, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) registraba 440 casos de malaria, 320 más que en igual periodo del año pasado cuando el total de contagios fue de 120 casos, para un incremento de 271 % en lo que va de año.
El galeno consideró que la población debe estar pendiente a cualquier paciente con alguna manifestación como fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y otras, así como cuidarse de la picadura del mosquito Anopheles, eliminar los criaderos y acudir rápidamente al médico si presenta los síntomas.
Explicó que en ocasiones tienen dificultad para establecer un diagnóstico certero en lo inmediato, porque en un principio las manifestaciones clínicas no son tan típicas, pero a medida que avanza la fiebre se pueden dar cuenta de la situación.
Por el alza en los casos, consideró que las autoridades del Ministerio de Salud Pública deben activarse en ofrecer las informaciones oportunas hacia la comunidad, sobre todo en aquellas donde se concentran los casos como son Azua con 290 y San Juan con 127, especialmente donde hay asentamientos de haitianos que vienen a trabajar la tierra.
Los hospitales se adhieren a los protocolos de manejo y seguimiento de estos casos, cuyo tratamiento, incluso preventivo, incluye la administración al paciente de fosfato cloroquina.