Nació en Azua el 14 de julio de 1812. Hijo del comerciante más rico de Azua y uno de los más ricos del país negociaba con cortes de madera, hatos, recuas, alambiques, comercios y panadería. Conocido como “El Jabao”, fue un político y militar dominicano. Presidente de la República Dominicana en cinco ocasiones.
Los gobiernos de Buenaventura Baéz se caracterizaron por ser corruptos, esta característica se destaca con el acto de corrupción ocurrido en 1857 al comprar con moneda inorgánica la cosecha récord de tabaco, que era el principal producto de exportación del país, y que luego vendió quedándose con las divisas; la moneda emitida por el gobierno se devaluó en 1000%, causando la ruina de los productores tabacaleros.
Se le identifica como el padre de la oligarquía dominicana, ya que sus descendientes son los que dominan la vida política y económica de la República Dominicana.
Como alcalde de Azua al momento de la proclamación de declaración de Independencia en Santo Domingo, se opuso a la proclamación de la plaza, postura que luego varió al ver la magnitud del movimiento separatista y la cantidad de comprometidos que había en Azua. Destacó en la Batalla de Azua del 19 de marzo de 1844.
Su postura era como la de muchos en el país. Pertenecía a la facción de los afrancesados, razón por la que, cuando tuvo oportunidad, intentó entregar el país a Francia. Con ese fin visitó Europa en 1846 para convencer a Francia de establecer un protectorado sobre República Dominicana, a lo que Francia se rehusó. Como presidente en su primer período entre 1849 y 1853, trató de convencer a Estados Unidos para tomar como propio su país.
Su segundo mandato inició en 1856, se destacó por la estafa que le hizo a los productores de tabaco del valle del Cibao en 1857, en medio de una cosecha récord (el tabaco era el principal producto de exportación del país), para apropiarse de la moneda fuerte que entrarían al país. Creó una comisión que primero, ofreció comprar tabaco a precios superiores al mercado con 20 millones de pesos (de la época) que fueron emitidos sin sustento legal, y que luego de acapar la producción tabacalera vendió al mercado internacional.
La sobreabundancia de papel moneda sin respaldo provocó una devaluación de 1000%, lo que causó la ruina de los tabaqueros y una grave crisis económica, factores que dieron inicio a una revolución en julio de 1857 que estableció un gobierno paralelo con sede en Santiago. La capital, Santo Domingo, fue situada desde el 31 de julio de 1857 hasta el 13 de junio de 1858. La intervención en mayo de 1858 de los Estados Unidos, país que era después de Alemania el mayor consumidor de tabaco dominicano, fue significativa para la rendición de Báez.
Durante el sitio el gobierno de Báez vendió toda clase de propiedades del Estado, desde tierras y edificios, hasta buques de guerra y hasta hipotecó el palacio de Gobierno.
Báez sustentó la idea de que República Dominicana debía ser anexada a España. Fue exiliado a España donde llevó una vida lujosa.
En 1865 su consuegro Gral. de Bgda. José María Cabral, realizó un golpe de Estado un mes después de ser lograda la independencia de España en julio de ese año; en diciembre llegaba Buenaventura Báez desde Curazao y fue proclamado presidente ante la Asamblea Nacional. Designó como ministro de Guerra (equivalente entonces a ministro de las Fuerzas Armadas) a su consuegro (suegro de su hija Amelia Cabral de Báez).
Báez vuelve a ser presidente para ser depuesto por otro golpe de Estado en mayo de 1866. Dos años más tarde vuelve a la presidencia, permaneciendo ahí hasta 1874; en dicho periodo intentó anexionar el país a Estados Unidos. En esta ocasión, convencería al presidente estadounidense Ulysses S. Grant de enviar barcos de guerra al país caribeño y firmar un tratado de anexión; pese a lo anterior, el Senado no ratificó dicho tratado, lo cual significó una vergüenza para el presidente estadounidense.
Estudió en Europa, donde aprendió a hablar varios idiomas tales como el francés, inglés y entendía creole. Fue Diputado por Azua a la Constituyente haitiana, habiendo, con anterioridad, participado activamente en el movimiento reformista que derrocó a Boyer.
Báez regresó a la presidencia en 1876 y fue depuesto por última vez en 1878, mediante un golpe de Estado que lo envió exiliado a Puerto Rico, donde murió el 14 de marzo de 1884, contaba con 72 años de edad.