El 6 de mayo de 1813 llegó un nuevo gobernador, Carlos de Urrutia y Matos.
Fue apodado Carlos Conuco, porque hacía conducir los presos a su estancia para obligarlos a trabajar en labores agrícolas.
En 1818 fue sustituido por Sebastián Kindelán, quien a su vez fue reemplazado tres años después por Pascual Real.
Estos cambios de gobernadores no evitaron que, a medida que transcurría el tiempo, la crisis económica en que se hallaba sumergido el Santo Domingo Español se agravara, como también el disgusto de la población por el mantenimiento de la esclavitud, por lo que algunos dominicanos vieron en la unión con Haití la solución de estos dos acuciantes problemas.
Estos deseos de unión con Haití eran bien vistos por Jean-Pierre Boyer, quien gobernaba el sur de Haití desde la muerte de Pétion en 1818, y el norte desde 1820, año en que lo invadió luego de que Cristóbal se suicidara.
Inmediatamente después de unificar a su país, Boyer concibió la idea de apoderarse de la parte oriental de la isla. Con ese objetivo envió, a finales de 1820, al teniente coronel Dézir Dalmassi a San Juan de La Maguana, Las Matas de Farfán y Azua, para que hiciera propaganda favorable a. unión con Haití.
Dalmassi prometió la abolición de la esclavitud, tierras, empleos y la supresión del impuesto la exportación del ganado vacuno.
El 8 de noviembre de 1821 y en los siguiente días, Beller, Dajabón, Montecristi y otros pueblos de la región norte, deseosos de que se aboliera la esclavitud y ansiosos de salir de la crisis económica e que se encontraban, enviaron delegados a Puerto Príncipe, para solicitar al presidente haitiano que aceptara la unión de esos pueblos con Haití.
De haberse efectuado dicha unión, los haitianos inmediatamente habrían abolido la esclavitud, cuyos males conocían por haber sido la mayoría de ellos esclavos.
En esas circunstancias, José Núñez de Cáceres dio un golpe de Estado, en la noche del 30 d noviembre de 1821, al gobierno colonial español presidido por don Pascual Real, con el fin de evitar que siguiera propagándose el movimiento de unión con Haití, ya que su triunfo significaba otorgamiento de la libertad a los esclavos del Saint Domingo Español, hecho que habría perjudicad los intereses económicos de los dueños de esclavos de esta parte de la isla, los que eran defendidos por José Núñez de Cáceres.