El 23% de los estudiantes del país si pudiera cambiarse del centro educativo al que pertenece y pasar a otro, lo haría, debido a la inseguridad que se percibe en las aulas.
Así lo informó ayer el Ministerio de Educación (Minerd), al presentar la Estrategia Nacional de Cultura de Paz “Educando para la Paz” con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), a fin de impulsar una sana convivencia entre los actores de la educación.
“Un 23% de ellos (estudiantes) indicó que si pudiera cambiarse de escuela por razones de seguridad, lo harían. Esto no hubo mucha diferencia entre sexo, porque tanto respondieron las hembras, como los varones”, explicó Francisca de la Cruz, directora de Orientación y Psicología del Minerd, al dar a conocer los resultados de investigaciones realizadas sobre la violencia, mediante una actividad realizada frente a la sede de la institución, al conmemorarse el 21 se septiembre el Día Internacional de la Paz.
La servidora pública ponderó que no es un secreto para nadie que en los últimos años se han presentado algunas incidencias en los centros educativos, “y hay una percepción, que en estudio está comprobada, para la República Dominicana que el 64% de nuestros niños, niñas y adolescentes experimentan algún tipo de disciplina violenta”.
Señaló que los hallazgos importantes indican que el 43% de los estudiantes del país dice que en la escuela hay peleas de forma recurrente; y el 64% reconoció que entre los diferentes miembros de la comunidad educativa, se dan insultos de manera constante.
Mientras, el 31% de los docentes cree que en sus escuelas son frecuentes las peleas entre los estudiantes; y un 49%, que son los insultos. Sin embargo, el 85% siente que esa escuela es un lugar seguro; y un 8%, que podía solicitar traslado del centro por custiones de seguridad.
Asimismo, el 17% de los directores de los centros consultados indicó que en sus escuelas eran frecuentes las peleas; y un 34% reconoció que eran frecuentes los insultos, pero a pesar de todo eso, el 91% de los directores dijo que la escuela era un lugar seguro; sólo un 1% de ellos piensa en cambiarse de centro por razones de seguridad.
“Entonces, qué nos indica esto, que sí podemos cambiar lo que está pasando”, comentó De la Cruz, quien expuso que un 23% de las familias respondió que en sus escuelas hay peleas e insultos; y un 11%, que quiere cambiar a sus hijos de su escuela, por problemas de seguridad. “Exactamente, esto nos lleva a reflexionar sobre cómo influye la violencia en los aprendizajes de nuestros niños”, apuntó.
La génesis del problema
Por otro lado, la titular de Orientación y Psicología del Minerd sostuvo que el 36% de los orientadores consultados aceptó la afirmación de que el problema de la escuela es la cantidad de derechos que se da a los estudiantes.
“Ojo, esa misma afirmación fue aceptada por el 32% de los directores de las escuelas. En el caso de los docentes, casi la mitad, el 46.7%, entiende que los derechos de los estudiantes son un gran problema. Eso nos llama a reflexionar sobre esta situación”, subrayó.
Unión temprana
Francisca de la Cruz dijo, además, que la unión temprana es también una forma de violencia.
En ese sentido, explicó que un 32% de las mujeres de 20 a 24 años, estuvieron casadas o unidas por primera vez antes de los 18 años; y el 9% de estas, lo estuvieron antes de los 15, “y eso es preocupante”.
Busca lograr un ambiente de respeto
El acto público tiene el objetivo de llamar a todos los sectores de la sociedad a involucrarse y ser parte de esta iniciativa. Esto, a través de una movilización nacional en escuelas y comunidades mediante una jornada de sensibilización titulada “Educando para la Paz”, la cual se concretiza a través de talleres de orientación, campaña en redes sociales y firma digital de compromiso tras el comienzo del año escolar 2023-2024. Esta jornada se enmarca en la Estrategia Nacional de Cultura de Paz, que se ha escalado en el ámbito nacional por el trabajo conjunto de Unicef y el Minerd, con el propósito de desarrollar capacidades en la comunidad escolar hacia el logro de un ambiente de respeto, de relaciones armoniosas, de resolución pacífica de conflictos entre los actores escolares y la comunidad en general. En este orden, el ministro de Educación, Ángel Hernández, entiende que está demostrado que la escuela juega un papel protagónico en el proceso formativo de los niños, niñas y adolescentes, “y en el logro de su pleno desarrollo, razón por la cual es sumamente importante que ésta sea un lugar seguro, donde se afiancen valores que fortalezcan el comportamiento para la convivencia armónica en la sociedad”.
