Las autoridades indonesias elevaron este jueves a más de 134.000 el número de desplazados por la alerta máxima de erupción del volcán Agung en la isla de Bali y advirtió de que la cifra seguirá creciendo debido al miedo. Tanto es así, que la cifra de evacuados ya duplica a la de residentes en la isla, que es de unos 62.000.
«La gente fuera de la zona de peligro también ha acudido a los refugios. Esto se debe a que la gente no sabe la posición exacta del límite del radio prohibido. Además, existen factores psicológicos por el peligro de erupción», explicó el director de información de la BNPB, Sutopo Purwo Nugroho.
Las autoridades comenzaron a colocar señales para indicar la zona de seguridad y sirenas móviles con un alcance de hasta dos kilómetros para alertar a la población. Además, tuvieron que esforzarse en convencer a los vecinos que se negaban a abandonar sin su ganado este perímetro de seguridad establecido.
Los desplazados están distribuidos en 508 refugios habilitados en Bali y, de momento, no presentan complicaciones humanitarias de gravedad, aunque la Cruz Roja advirtió que en el futuro «puede haber un gran problema».
El Centro de Vulcanología y Mitigación de Peligros Geológico, que tienen el nivel de alerta en 4, que es el máximo grado posible y además incluye la posibilidad de que se produzcan terremotos en los dos días posteriores a la posible erupción.
Un puesto de observación de Rendang, a doce kilómetros de Agung, controla la energía térmica y el volumen del volcán, pero los expertos mantienen que es imposible tener certeza de si habrá una erupción.
El ministro de Transporte indonesio, Budi Karya Sumadi, dijo que han dispuesto diez aeropuertos, en caso de una erupción, para desviar los aviones que destinados a Ngurah Rai, el aeropuerto principal de Bali, situado en Denpasar. La nube de ceniza de una erupción podría afectar a 5.000 pasajeros, según Sumadi.
Por otro lado, las autoridades locales mantienen la campaña de que no hay peligro para los turistas si se mantienen fuera de la zona de seguridad y Ngurah Rai opera con normalidad. El BNPB indicó el día 21 que la actividad del volcán es similar a la registrada antes de la erupción de 1963, que causó mas de 1.100 muertos.