Santiago. Hace tres décadas eran solo diez casuchas, pero ahora el improvisado barrio de Hoyo de Bartola Abajo, ubicado a escasos metros del río Gurabo, supera las mil viviendas.
Una gran parte de estas casas, construidas en block y zinc o con retazos de cartón y lonas, fueron construidas en zona donde se registran con regularidad deslizamientos de tierra, lo que ha cobrado la vida de varias personas. También, por su condición de hacinamiento, son más vulnerables ante incendios y los organismos de socorro han manifestado dificultades que enfrentan para dar respuesta a los llamados de emergencia. El caso más reciente se presentó en la mañana del martes cuando un fuego destruyó una de las casuchas de madera, ocupada por William Antonio Castillo. Ante las dificultades que en principio presentaron los bomberos, al no poder penetrar con sus camiones, fueron los vecinos, los primeros en auxiliar y sofocar el siniestro.
Esperan ayuda
“Yo llegué aquí pequeño y tengo 37 años viviendo en esta barriada, cuando apenas éramos unas diez o quince familias, pero poco a poco se han ido mudando más gentes y hay que hablar de más de mil viviendas tan solo en el Hoyo de Bartola Abajo”, expresó José Capellán. Considera necesario que tanto las autoridades del Gobierno central como de la Alcaldía trabajen en planes de ayuda que permitan sacar a las familias que viven en la zona de mayor vulnerabilidad.
La cañada que lo divide del sector del barrio Los Ciruelitos, casi siempre permanece repleta de basura y hasta animales sobreviven con los desperdicios que lanzan al afluente. De acuerdo a Francisco Arias, director regional de la Defensa Civil, el más reciente levantamiento hecho por los organismos de socorro establecen que en Santiago hay 52 zonas vulnerables.
En constante riesgo por deslizamientos
Las familias que han levantado viviendas en el Hoyo de Bartola viven en constante riesgos, debido a los deslizamientos de tierra y riadas causadas por el desbordamiento del río Gurabo. Los directivos de la junta de vecinos, estiman que en menos de siete años, 25 hogares, casi todas en madera y block, han colapsado debido a los constantes deslizamientos de tierra.
Tomado de https://www.elcaribe.com.do