Santiago. La cantidad de compradores que acude cada jueves al mercado pulga que opera en la autopista Joaquín Balaguer comienza a generar temor ante el aumento de contagios de casos de COVID-19 en Santiago.
En la cuarta semana de reapertura, el flujo tanto de compradores como de buhoneros dominicanos y de nacionalidad haitiana que hacen vida en el mercado se ha triplicado. La mayor preocupación que tienen algunos usuarios que acuden a comprar ropa, zapatos y otras mercancías, es que muchos carecen de mascarillas o la usan en el cuello.
“Yo vengo a comprar ropitas para mis hijos debido a que es más barata, pero tengo el temor a salir contagiada por la gran cantidad de personas que se quitan las mascarillas”, apunta Rosario Santos, residente en Santiago. Los compradores han vuelto a tomar las aceras o se estacionan próximo al Canal de riego, con lo que obstaculizan el transito.
Tomado de https://www.elcaribe.com.do