Santiago. La falta de lluvia ha provocado una merma en el caudal de los ríos y en consecuencia la agudización del servicio de agua potable en Santiago y zonas del Cibao.
A esto se suman los daños con los desmontes en zonas montañosas, lo que llama a preocupación al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que ha registrado 60 incendios forestales intencionales, 12 de ellos en parte boscosa de la avenida Circunvalación Norte, reforestadas en varios tramos por las autoridades. Eduardo Rodríguez, director provincial de Medio Ambiente, recordó que la sequía ha provocado que hasta importantes ríos como el Yaque del Norte, que nace en la cordillera Central, hayan reducido su caudal de forma dramática. Esto ha obligado a la racionalización del servicio para el consumo humano, aunque se ha sentido más en el sector agrícola.
Los ríos
El mayor efecto de daños ocasionados por la sequía se observa en los ríos que nacen en la cordillera Septentrional, y que prácticamente todos han quedado arropados por la hierba o en piedra y sin una gota de agua de su caudal. Una gran parte de esos afluentes alimentan al Yaque del Norte, como son: el Jacagua, el Gurabo, Pontezuela y Arenquillo. Sin embargo, para Rodríguez, este tipo de situación es común para esa zona, por sus condiciones propias de la naturaleza.
En un recorrido hecho por reporteros de elCaribe se pudo constatar, además, el bajo caudal de varios ríos en la provincia de La Vega. En la zona de Jarabacoa, donde nacen el Yaque del Norte, el Camú y Bayacanes experimentan la misma situación, debido a que las pocas lluvias registradas en esa zona, no ocurren en la zona alta de la cordillera Central. Aunque Santiago no está entre las provincias que serán afectadas por una vaguada, se cifran la esperanza en que se registren algunas lluvias.
Las quejas por agua son cada vez más latentes
La crisis que afecta pueblos como Santiago y Moca, en parte, es atribuida a la disminución del agua que aporta el Yaque al embalse Tavera, que es la que alimenta a la presa de Bao y el contra embalse de Angostura. Las quejas de la población son cada vez más continuas, mientras las autoridades carecen de respuesta a corto y mediano plazo.