La construcción del barrio, que surgió para afrontar el déficit de viviviendas de entonces, estaba establecido en el Plan de Renovación Urbanística
Los inicios del sector General Antonio Duvergé, popularmente conocido como Honduras, se remontan a la época de la extensión de la Ciudad Intramuros. Sin embargo, su urbanización fue a partir del 1969, cuando el expresidente Joaquín Balaguer inauguró un proyecto de 789 viviendas para igual número de familias.
A partir de entonces, cuando se cumplía el tercer aniversario del gobierno balaguerista, que para ese proyecto invirtió tres millones y medio de pesos, muchas cosas han cambiado, especialmente las infraestructuras y la forma de integrarse de la comunidad.
Rafael Tomás Hernández, uno de los ingenieros que encabezó la construcción del sector, recuerda que esta urbanización fue realizada dentro de los terrenos que ocupaba el Escuadrón de Caballería de la Policía Nacional, un área de 300 mil metros cuadrados, donde al principio se estimaba a ubicar a mil familias.
“Tras la orden de Balaguer, se determinó realizar edificios multifamiliares, casas dúplex y casas unifamiliares de distintos tipos y tamaños en Honduras, pero también una escuela, una iglesia, oficinas, parques, salones, áreas recreativas y deportivas”, asegura Tomás Hernández, quien todavía mantiene los planos originales de la zona.
El nombre de Honduras, colocado porque en la zona había un destacamento de la Fuerza Interamericana de Paz con militares de este país centroamericano, fue cambiado en 1969 a General Antonio Duvergé a través de un proyecto de ley presentado por Balaguer. El sector fue fruto de un plan de renovación urbana que implementó el líder reformista que comenzó en 1966 a través de la ejecución del Plan de Construcción de Viviendas para familias de bajos ingresos, que inició en Mata Hambre. En el Gran Santo Domingo se lograron más de 15 mil viviendas a través de ese proyecto.
Con la construcción de Honduras se buscaban “cambios generales en la composición social de las familias, y enfrentar el déficit de viviendas que existía en ese entonces”, puntualiza Tomás Hernández, quien agrega que encabezó la construcción junto al también ingeniero José Miguel Mondesí.
Según cuenta doña Mayra Desangles de Ovalles, quien lleva más de 40 años residiendo en el sector, al principio “esto no era más que un par de casitas en medio de la hierba”. Sin embargo, reconoce que desde aquel momento, el crecimiento del sector ha sido constante, al igual que su población, que actualmente ronda los 5 mil habitantes.
Junto con las viviendas, Balaguer inauguró a finales de los 60 el Mercado de Honduras, uno de los puntos comerciales más dinámicos de la zona, donde acuden cientos de clientes diariamente, de acuerdo con Ramón Sierra, administrador del mercado, donde cientos de personas hacen negocios, unos vendiendo mercancías y productos, otros con talleres y pequeños negocios de artesanos. Algunos son propietarios de los establecimientos. Otros alquilan locales. Los vendedores ambulantes también acuden allí para adquirir mercancías y productos agrícolas para revenderlos al pregón en sectores aledaños.
A mediados del año pasado, el alcalde del Distrito Nacional, David Collado, reinauguró ese mercado público, que actualmente cuenta con capacidad para acoger a unos 70 vendedores y cuyo remozamiento costó alrededor de 23 millones.
Además, se construyó para la época la Parroquia Cristo Salvador, un espacio religioso que además de acoger a miles de fieles católicos en las misas dominicales, es un centro que forma a través de proyectos de evangelización “que impacta grandemente a toda la gente de Honduras, pero más a los jóvenes, que aquí están muy interesados en desarrollar su espiritualidad”, cuenta el párroco Milcíades Florentino Romero.
“La iglesia tiene casi 50 años, pero desde que se construyó significó un antes y un después en el sector. Representó una luz en medio de la oscuridad, porque aparte de que no había edificaciones importantes para la época, sino hasta que comenzó a construir Joaquín Balaguer, la gente siempre buscaba la forma de reunirse a hablar de Dios en el espacio donde está hoy la iglesia. Es decir que desde sus inicios la fe estuvo presente aquí”, recuerda Florentino Romero.
El primer padre de la parroquia fue el sacerdote José Manuel Zabala. La construcción de la obra se hizo a un costo de RD$275,395.18, y tiene un diseño arquitectónico neoclásico, con un altar confeccionado en mármol de carrara que fue hecho en Italia.
En Honduras también se encuentra el Departamento de Investigación de Vehículos Robados, mejor conocido como el Plan Piloto, que entre otras cosas procura recuperar los vehículos sustraídos por delincuentes, pero también procura incentivar a la población a que tomen las medidas preventivas pertinentes, a los fines de evitar que sean víctimas de los atracos por este tipo de robo.
Además, en este sector está el Instituto Nacional de Educación Física (Inefi), que se remonta al año 1912 cuando se nombraron los primeros profesores de Educación Física Escolar y, en 1929, el gobierno designa el primer director general de Educación Física y Deportes. En el año 1959, mediante la Ley No. 5133 fue creada la Dirección General de Educación Física Escolar, dependiendo de la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes, como se denominaba en ese entonces el Ministerio de Educación.
Mayra D. de Ovalles
Fuimos afortunados de tener al mismo tiempo viviendas, escuela, iglesia, centro recreativo y parques”.
Adrián Comprés
El sector sigue conservando sus raíces. La tranquilidad y ubicación son excepcionales, nos queda cerca prácticamente todo”.
Opiniones
Fue satisfactorio poder construir una urbanización que hasta el día de hoy sigue siendo referente de progreso y modernidad”.
Rafael Tomás Hernández, Ingeniero
Desde que comenzó, el Mercado de Honduras no baja su clientela. Incluso cuando no estaba bien equipado, la gente era fiel y venía”.
Ramón Sierra, Administrador del Mercado de Honduras
La mayoría de moradores acude todos los domingos a la misa, pero también todos los días para hacer crecer la evangelización”.
Milcíades Florentino Romero, Párroco