Internet se ha convertido, a golpe de implantación, en una de las herramientas de conocimiento y comunicación más importantes. Sin embargo, eso no implica que se trate de un ecosistema libre de riesgos. Ni mucho menos. Para poder mantener a salvo la información que, día sí y día también, compartimos cuando navegamos por su interior es capital tomar medidas. Especialmente si queremos evitar que esos datos acaben en manos de ciberdelincuentes.
Una de las cosas que podemos hacer para mejorar nuestra privacidad de acuerdo con los expertos de ciberseguridad, especialmente en lo que se refiere a entornos corporativos, es utilizar un proxy: una tecnología que hace de intermediario entre nuestro equipo y el servidor al que intentamos conectarnos