La tecnología avanza a pasos agigantados. Aún no hemos terminado de aprender un término cuando aparecen cientos nuevos. En los últimos años la sociedad vive conectada. Las personas quieren compartir sus vidas, momentos, y experiencias de la manera sencilla. Una de esos caminos sencillos para compartir información es el WiFi Direct, y es un desconocido para muchas personas.
WiFi Direct es definido por la Wi-Fi Alliance como una «certificación para diferentes dispositivos que soportan cierta tecnología que permite la comunicación directa». En palabras más sencillas, es un protocolo que permite a las personas intercambiar archivos o, por ejemplo, enviar a imprimir un archivo sin necesidad de conectar cables y cables.
Hace algunos años, antes que WhatsApp llegase a nuestras vidas, los usuarios de teléfonos intercambiaban fotos o tonos de llamadas a través de infrarrojo. Después, este sistema fue sustituido por el Bluetooth que aún es utilizado para conectar dispositivos.
El Wi-Fi Direct se puede ver como un Bluetooth actualizado y más rápido. Es un tipo de conexión limitada en espacio (no es para enviar fotos a nuestros familiares que viven en otra ciudad) y pensada para compartir cosas sencillas.
Por ejemplo, imprimir una archivo desde el portátil ó el smartphone con una impresora inalámbrica, enviar una imagen al móvil de una persona que está en la misma habitación, o por ejemplo, reproducir en la pantalla del televisor un vídeo que tenemos guardado en el móvil. Todo esto sin cables y sin internet.
Es útil cuando quieres recibir o enviar alguna información a alguien pero no quieres dar datos personales. Por ejemplo, estás en un concierto, se hace un pequeño grupo entre desconocidos y empiezan los selfies. Quieres esas fotografías para recordar el momento, pero no deseas ofrecer tu número de móvil para que las envíen por WhatsApp o tampoco dar la dirección de email ó Facebook. El WiFi Direct permite compartir esos archivos mucho más rápido que por Bluetooth, sin gastar datos de internet y sin exponer datos privados.
El Wi-Fi Direct está presente en muchos dispositivos. Teléfonos, cámaras, impresoras, ordenadores, consolas de videojuegos y televisores se pueden conectar con este protocolo, que a su vez es muy seguro, ya que está protegido con el último cifrado para redes.
Un dispositivo con WiFi Direct activado emite una señal hacia otros artefactos en la sala, haciendo saber que está disponible para una conexión. Los usuarios pueden enviar una invitación o recibir una, para efectuar dicha conexión. Cuando ambos o más dispositivos está conectados (pueda que pida una clave, disponible en el mismo menú) se puede empezar a compartir archivos.
Google incorpora WiFi Direct en todos los teléfonos con Android 4.0 ó superior. Samsung lo hizo antes, y lo permitió a partir del Galaxy S2, es decir, con Android 2.3, aunque sólo para conectarse con otros gadgets Samsung. Otros fabricantes como LG, HTC o Sony también lo han habilitado.
En los móviles Samsung la función es muy sencilla de usar. Una vez activada y «pareados los dispositivos», los usuarios pueden enviar fotos o archivos desde el típico menú de «compartir». Solo hace falta tocar la opción de enviar por «Wifi Direct».
En otros dispositivos Android existe un problema. Aunque el sistema soporta el protocolo, no incorpora la función de intercambio de archivos (algo que sí tiene Samsung), por lo que el usuario debe instalar una aplicación de terceros. WiFi Shoot! es una buena. Es gratuita y se incorpora en el menú de «compartir» típico de Android. El único «pero» es que el destinatario también debe abrir la aplicación en su móvil.
Tomado de https://www.abc.es