El problema de estos enchufes está relacionado con la seguridad y el robo de datos personales.
Cargar el móvil es uno de los gestos habituales que la mayoría de personas realizan casi a diario y, aunque lo normal es hacerlo en casa, puede que un despiste o una necesidad nos obliguen a cargar nuestro teléfono móvil en un enchufe de uso público.
Actualmente, se pueden encontrar enchufes o cargadores en numerosos lugares públicos, incluido en el transporte público o en los centros comerciales, lo que hace muy sencillo poder recargar la batería en cualquier lugar fuera de casa.
El peligro de seguridad de los enchufes públicos
El peligro de enchufar nuestro móvil y cargador en un espacio público está relacionado con la seguridad de nuestros datos, algo muy parecido a lo que puede pasar en un cajero automático con nuestra tarjeta de crédito.
De hecho, los ciberdelincuentes pueden instalar un dispositivo similar que, a través de la señal wifi emita datos de nuestro teléfono móvil. Este se puede colocar de forma poco visible encima o debajo del enchufe, de tal modo que roben todos los datos que quieran del dispositivo.
Para evitar que esto suceda, lo mejor es no utilizarlos, pero si se trata de una necesidad y hay que hacer uso de los enchufes públicos, lo mejor es optar por enchufar el móvil cuando esté apagado o seleccionando en los ajustes el modo de «solo carga».