La Romana es probablemente la única ciudad de la República cuyas calles son rectas, uniformes y perfectamente delineadas. Ello se debe principalmente a que estas se hicieron desde que se estableció la Comisaría Especial, de conformidad a un plano urbanístico trazado por el señor H. Tomaste, ingeniero francés muy competente que durante varios años realizó trabajos en el país.
Debemos consignar que este plano de la futura ciudad fue sufragado por el señor Enrique dumois, de conformidad con lo concertado por el Poder ejecutivo.