Los usuarios tienen aún miedos que provienen de los primeros móviles de la década de los noventa, pero que ya están tecnológicamente superados
“Yo nunca dejo el móvil en el cargador toda la noche”. Es una frase que se escucha con frecuencia y que no tiene una justificación real. En pleno 2023 se siguen arrastrando los mitos que afectaban a las baterías de níquel-cadmio que empleaban los primeros móviles. Y estamos hablando de la década de los 90 del siglo pasado. En aquellos terminales, las baterías padecían del temido “efecto memoria”, aquel por el que el móvil perdía capacidad de carga si esta no era completa.
Han pasado muchos años, pero este temor perdura entre buena parte de los propietarios del móvil, que siguen respetando los ciclos de carga y evitando dejarlo cargando toda la noche. Pero, ¿qué es realmente perjudicial y puede afectar a la vida de la batería del móvil, y qué es solo un mito? Los expertos y fabricantes detallan para EL PAÍS las características de las baterías de los smartphones y desmienten buena parte de las leyendas que perviven entre los usuarios.
¿Es perjudicial dejar el móvil cargando toda la noche?
Uno de los principales y más extendidos temores consiste afecta a la carga del móvil por las noches. ¿Es perjudicial dejarlo en el cargador todo este tiempo? ¿Debe desconectarse una vez alcanzada la carga máxima? La respuesta más rápida en un móvil de última generación es clara: no hay problema en dejar el móvil en el cargador toda la noche y hay una explicación que lo justifica. Los fabricantes incorporan en los dispositivos sistemas que protegen a la batería de un posible exceso de carga. Samsung es claro al respecto: está bien dejar el móvil cargando toda la noche, puesto que cuando la batería alcance el 100% de capacidad, “el cargador del dispositivo no transmitirá energía para no dañar el teléfono”, cuentan.
Apple, por su parte, afronta este problema empleando la inteligencia artificial en una función que ha bautizado como “carga optimizada”. Básicamente, consiste en conocer los hábitos del usuario (si se despierta a diario a las 7 de la mañana, por ejemplo), para frenar la carga cuando esta alcance el 80% y permitir que llegue al tope cuando se acerque la hora de levantarse. En concreto, Apple especifica que “el iPhone usa aprendizaje automático” para conocer la rutina de carga diaria, de modo que “la carga optimizada de la batería se active solo cuando está previsto que el iPhone estará conectado a un cargador durante un periodo prolongado”.
En resumen: no hay problema en dejar el móvil conectado al cargador toda la noche.
¿Hay problema en abusar de la carga rápida y la inalámbrica?
Los dos grandes avances en lo que respecta a la carga de los móviles han sido la incorporación de las cargas rápidas e inalámbrica. La primera acorta el tiempo de carga elevando la potencia que se introduce en el dispositivo; la segunda, permite la carga sin contacto, lo que agiliza el proceso al ser suficiente con colocar el dispositivo sobre una base. Sin embargo, ambos sistemas de carga generan una temperatura superior en el dispositivo que la carga convencional. ¿Supone esto un problema?
Según José Hernández, de la empresa de reparación Europa3G: “Hemos comprobado de primera mano que los clientes que cargan su iPhone con cargadores de carga lenta (1A) mantienen durante más tiempo la vida útil de la batería y evitan hinchamientos y daños en la misma. Por el contrario, aquellos que utilizan un cargador de carga rápida (5A) para los mismos, experimentan un deterioro más rápido en la vida útil de la batería; en algunos casos, esto puede provocar que las baterías se inflamen incluso antes de los dos años de garantía. Sin embargo, estos cargadores permiten tener el dispositivo completamente cargado en un promedio de 30 minutos a 1 hora en la mayoría de los casos”.
Con respecto a la carga inalámbrica, según este experto, no afecta en exceso a la salud de la batería si el cargador está homologado por el fabricante: “La carga inalámbrica no perjudica en absoluto, al tratarse de una carga a baja velocidad”, explica “Lo que siempre tenemos que revisar es la calidad del cargador de carga inalámbrica y asegurarnos de que el móvil no se caliente en exceso; los cargadores de baja calidad pueden producir un exceso de temperatura en el móvil”, añade.
A este respecto, Apple advierte de que “es posible que el iPhone se sobrecaliente mientras se carga y para aumentar la vida útil de la batería, si se calienta demasiado, es posible que el software limite la carga al 80%”. En cualquier caso, este tipo de carga es menos eficiente debido a que tiene un menor aprovechamiento energético al haber pérdidas en la entrega de energía. Samsung, por su parte, no hace ningún tipo de advertencia en la página dedicada a la carga inalámbrica, con lo que se asume que esta es segura y no degrada la batería.
¿Cómo conseguir que la carga sea más rápida siendo segura?
Hemos analizado cuáles son las ventajas y potenciales inconvenientes de la carga rápida, pero… ¿Hay forma de cargar a más velocidad empleando un cargador convencional? Lo cierto es que sí: poniendo el dispositivo en “modo avión” mientras se lleva a cabo la carga. El principio no puede ser más sencillo, y es que se desactivan las funciones que consumen más recursos, de forma que la entrada neta de energía sea muy superior a la salida y así, reducir los tiempos de carga. ¿Es mucho más rápida esta forma de cargar?
“Efectivamente, la carga es un 10%-15% más rápida que si lo tenemos en modo normal”, explica Hernández, “y esto se produce por lo siguiente: al activar el modo avión, nuestro smartphone desconecta todas las señales inalámbricas y todas las conexiones externas como wifi y Bluetooth, y en consecuencia, consume un mínimo de energía, por lo que podríamos decir que está casi al 90% en reposo”.
¿Puedo utilizar cualquier tipo de cable para cargar?
“Un cargador no oficial no necesariamente daña nuestro teléfono”, explican desde Europa 3G, “pero hay varios aspectos críticos a considerar. Es crucial elegir un cargador de un fabricante reconocido, ya que estos pasan por controles de calidad rigurosos y suelen incorporar medidas de seguridad para prevenir sobrecargas o sobrecalentamientos”.
En este sentido, destaca la importancia del voltaje y amperaje adecuados: “Utilizar un cargador con especificaciones distintas a las recomendadas por el fabricante del móvil puede ser perjudicial. Si se usa un cargador de tablet que funciona a 45 vatios y 6 amperios en un móvil diseñado para 5w – 10w y 1A a 3A, esto puede disminuir la vida útil de la batería en un 20-30%”, dice Hernández.
La selección del cable USB también juega un papel vital, según la compañía: “Emplear un cable de mala calidad puede provocar que la corriente no llegue de forma adecuada e incluso causar daños personales si se rompe debido a una fabricación deficiente”. Samsung ahonda en la importancia de utilizar proveedores “reputados” a la hora de optar por cables y cargadores externos; Apple, por su parte, creó hace años el programa MFI (Made for iPhone, por sus siglas en inglés), mediante el cual homologa a proveedores que cumplan con sus requisitos.