Santiago. La tardanza en terminar una escuela que lleva 11 años en estado de abandono y sin planes de retomar su construcción, obliga a que decenas de niños reciban clases en la terraza de una capilla y en aulas móviles.
Recientemente, los niños tuvieron que perder dos días de docencia, debido a que el templo católico tenía previsto realizar sus reuniones habituales.
Aunque hasta hace poco del centro educativo Celestina patria Grullón, ubicado en la comunidad de Banegas del municipio de Villa González en la provincia de Santiago contaba con una matrícula de 320 alumnos, en los últimos días bajó el número de estudiantes debido a la salida forzosa de al menos 20 niños de ascendencia haitiana.
De acuerdo con Yadira Estrella, directora del centro educativo, varios estudiantes de padres haitianos han abandonado las aulas debido al temor a los operativos de la Dirección General de Migración, que los apresa muchas veces sin que sus padres conozcan de la situación.
“Muchos niños haitianos se han retirado por miedo a Migración y el temor de los padres a no saber hacia dónde se los lleven”, apuntó Estrella.
En la terraza de la capilla Santa Teresa de Jesús, al menos 50 niños reciben docencia en condiciones precarias.
Olga Peña, residente en Banegas, dijo que en el templo reciben clase de manera interdiario, debido a las condiciones en que se encuentra el espacio.
Sin embargo, Yadira Estrella niega que se imparta clase en dos horarios y explica que se imparte bajo la modalidad de jornada extendida.
Mientras que en la escuela Celestina Patria Grullón, las aulas tienen sobrepoblación estudiantil con hasta 47 niños.
Para enfrentar la situación, fueron instaladas tres aulas móviles en el patio del centro educativo.
Los comunitarios de Banegas dicen que llevan años reclamando que sea terminado el plantel de dos niveles. Los edificios se ven arropados por la maleza y descuido a pesar de que se encuentran en una etapa avanzada.