El uso de las mascarillas para evitar el contagio de covid-19 parece cada vez menos importante para muchos ciudadanos que, obviando todas las recomendaciones sanitarias, se trasladan de un sitio a otro sin tomar en cuenta que la pandemia tiene una trayectoria ascendente en contagios y muertes.
Aunque el pasado 16 de abril el Gobierno dispuso la obligatoriedad del uso de las mascarillas en centros de trabajo y en lugares públicos, como medida preventiva, en la medida que se permite la apertura económica hay una marcada inobservancia a esa regla.
Si bien en las primeras semanas del confinamiento social ordenado por el Gobierno se apresaba a quienes se desplazaban sin mascarillas, la medida se flexibilizó sustancialmente al paso de los días.
A estas alturas de la curva que lleva la covid-19 en el país, con 605 fallecidos y 23,271 casos confirmados, parecería que las autoridades sanitarias no tienen más recurso que alertar a la población sobre la necesidad de protegerse con el referido objeto.
Entretenimiento y política. Mientras el ministro de Salud Pública, doctor Rafael Sánchez Cárdenas, apela a la comprensión de la ciudadanía, y hasta le pide al presidente Danilo Medina que decrete el uso obligatorio de las mascarillas, en el pasado fin de semana se produjo el desborde de la desobediencia con relación a ese tema.
En parques, avenidas, colmadones y demás lugares de entretenimiento de Santo Domingo y otras ciudades del país, las aglomeraciones rompían con las normas preventivas.
Por lo menos en Santo Domingo no se supo de intervenciones policiales para evitar esos conglomerados, aunque se reportó que un contingente policial irrumpió en el malecón de Puerto Plata para obligar al distanciamiento físico.
Tomado de https://hoy.com.do