Migraciones y cultura montecristeña
La idiosincrasia del montecristeño tiene sus raíces en una amalgama de culturas provenientes de diferentes partes del mundo. Los primeros habitantes, después de los indios, que desaparecieron bajo la ferocidad de la conquista, fueron españoles. La ciudad cabecera provincial fue poblada por inmigrantes de las Islas Canarias en 1533, 1545 y 1750. La población del primer año estaba compuesta de sesenta familias y había sido dispuesta por Real Privilegio de 1529. La segunda, con 30 familias, se inició en 1545.
El 10 de abril del siguiente año, 1546, se le concedió a la villa el título de ciudad y el correspondiente blasón. Luego se produjo la despoblación de 1605-1606. Finalmente, la tercera población canaria se inició en 1750. A estos se sumaron con el tiempo inmigrantes franceses, cubanos, italianos, chinos, ingleses de Las Bahamas y de las Islas Turcas y Cacos, cocolos y haitianos, que tradicionalmente han sido el grupo más numeroso.
Creencias religiosas en la provincia
La Encuesta Demográfica y de Salud (ENDESA) 2002, refleja los resultados siguientes: el 66.7 por ciento de la población de Montecristi es de creencia católica, seguida por los partidarios de la religión evangélica que representan el 7.4 por ciento. Otras creencias ocupan sólo el 0.5 por ciento y se declara sin religión el 23.1 por ciento de la población
Las fiestas patronales de Montecristi
Las fiestas patronales de San Fernando de Montecristi se celebra cada 30 de mayo, pero se inician el 20 ó el 21 de ese mes, con dos programas de celebración: uno eclesial, de carácter religioso, y uno secular; con fiestas, juegos populares y entretenimientos. El primero incluye actos religiosos como novenas, misa solemne y procesión en honor al patrono. En el segundo se incluyen encuentros deportivos, reinadas, bailes, juegos populares y diversos actos culturales.
El carnaval
En febrero se celebran las fiestas de carnaval, coincidentes con las festividades de la Independencia Nacional, y se viven en San Fernando de Montecristi inolvidables momentos de alegría colectiva. En la ocasión se celebran reinados, desfiles de comparsas y juegos de toros.
Montecristi tiene una rica tradición de carnaval popular el cual es muy singular y extraordinariamente simbólico, expresado en Los Toros como personaje central y sus enfrentamientos con Los Civiles. Esto probablemente tenga sus raíces en España. Los Toros se diferencian de los Civiles en que llevan mascaras de echón (cerdo) y usan vistosos trajes de colores, revestidos en su interior con material para protegerlos de los azotes de sus contrarios; dramatizan un verdadero duelo con foetes (látigos), con los que procuran derribar al oponente o atemorizarlo. Las caretas son recubiertas con libras plásticas o vidrio.
Los Civiles deben usar ropa normal. Quien soporta con mayor éxito los embates de contrario o quien consigue derribar a su oponente es el ganador. Otra característica que permite identificar esta expresión popular son las representaciones teatrales que escenifican ciertos grupos. Muchas otras tradiciones pueden observarse en la celebración del carnaval montecristeño, como la divertida Roba la Gallina, muy popular entre grandes y chicos.