La concurrencia de hasta 70,000 personas en el saturado transfer del Metro de Santo Domingo durante las horas pico obligó a la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) a abrir un nuevo espacio de circulación que permita la fluidez y seguridad de los usuarios de este sistema de transporte colectivo.
Por el aumento de la demanda se han requerido otras adecuaciones como el incremento de los trenes de tres vagones a seis, con capacidad para transportar 1,000 usuarios, 500 más que en la actualidad.
Para ello, la Opret trabajó en la ampliación de las cinco estaciones de la Línea 1 del Metro. Las soterradas tienen la capacidad para trenes de seis vagones, pero los cambios requieren de adecuaciones como la señalización y el aumento del potencial eléctrico, entre otros.
«Se hizo un estudio y se definió que era necesario abrir nuevos espacios de circulación que permitan la fluidez», dijo Rafael Santos Pérez, director de la Opret, cuando encabezaba un recorrido para mostrar a Diario Libre los trabajos de ampliación, junto con ejecutivos responsables del funcionamiento del sistema y compañías contratistas.
La solución fue construir dos túneles: uno que conecta la Línea 2 con la 1, en dirección a Santo Domingo Norte, y otro más pequeño de la Línea 1 hacia el Centro de los Héroes, para conectar con la Línea 2. Para descongestionar se instalaron ocho nuevas escaleras eléctricas, mandadas a fabricar específicamente para este proyecto en Asia, con tecnología japonesa.
El director de la Opret asegura que, una vez en funcionamiento, el proceso de transbordo de una estación a otra se reducirá de 20 minutos a ocho o 10, lo que permitirá descongestionar el punto de encuentro.
«Los retos son permanentes. Estamos manejando 350,000 y a veces 400,000 personas diarias; personas que adoran su Metro, lo cuidan, porque si no, si no fuera así, quedara poco, y donde pasan 350 mil, 400 mil gente todos los días, tenemos que venir atrás dando mantenimiento y limpiando, y cuidando esta importante obra», expresa.
Santos Pérez estima que la actual intervención se concluirá a más tardar en agosto de este 2024 y la totalidad de los trenes estaría en el país para ese mismo mes del 2025. Asegura que los recursos económicos están porque, según dice, el presidente Luis Abinader ha ofrecido todo su apoyo al proyecto.
Un proyecto delicado
En el punto de convergencia de las dos líneas se hace un trabajo delicado y con mucho cuidado para no afectar la operatividad del sistema. Los horarios de trabajo se inician después del cierre de las operaciones del Metro: a las 12 de la medianoche y hasta las 4:00 de la madrugada. El servicio al público comienza a las 6:00 de la mañana.
Santos Pérez estima que la actual intervención se concluirá a más tardar en agosto de este 2024 y la totalidad de los trenes estaría en el país para ese mismo mes del 2025. Asegura que los recursos económicos están porque, según dice, el presidente Luis Abinader ha ofrecido todo su apoyo al proyecto.
Un proyecto delicado
En el punto de convergencia de las dos líneas se hace un trabajo delicado y con mucho cuidado para no afectar la operatividad del sistema. Los horarios de trabajo se inician después del cierre de las operaciones del Metro: a las 12 de la medianoche y hasta las 4:00 de la madrugada. El servicio al público comienza a las 6:00 de la mañana.
«Por eso estos trabajos, en algunos momentos, salen un poquito más lentos, porque solamente nos dejan cuatro horas de la madrugada, de 12 de la noche a cuatro de la mañana, para nosotros poder ir haciendo cada una de las tareas, porque ya a las 5:00 de la mañana tenemos que estar recogiendo», precisa.
Escaleras y ascensores
Concomitantemente con la solución de la saturación del transfer, la Opret trabaja desde hace tiempo en la mejoría de las escaleras eléctricas y ascensores, pensando principalmente en las personas con discapacidad.
Al momento del recorrido con Diario Libre, funcionaban las más de 200 escaleras que tiene el sistema del Metro, contrario a lo que ocurría en el 2020, cuando solo operaba un 70 %, de acuerdo con el director de la Opret. Aclara que, si algunas no están ofreciendo el servicio, es porque están en mantenimiento o por un tema operativo, sobre todo en las horas pico.
«Ahora les caímos encima a los ascensores», dice Santos Pérez. Explica en que en la Línea 1, todos los elementos se desgastaron con el tiempo y están afectados. Se corrigió el calentamiento que generaban los cristales, con unos diseños que permiten disminuir la temperatura interna.
El director de la Opret afirma que todas las adecuaciones que se hacen en el sistema obedecen a la alta demanda de usuarios. Asegura que habrá más cambios en la medida que continúe incrementándose la demanda.