Los ríos Mao y Amina agonizan por la sequía, por lo que ambientalistas y dirigentes comunitarios muestran preocupación por la falta de lluvias y la poca conciencia ciudadana para racionar el agua. La realidad también golpea al sector agropecuario de la zona que ha visto afectada su producción.
El que fuera un gran espacio para un rico y fresco baño denominado “Badén de Hato Nuevo”, en Mao, y el Puente de Amina son de los balnearios que fueron prohibidos a los vacacionistas por las autoridades por el feriado de la Semana Santa, debido a la peligrosidad y su alta contaminación.
“La sequía es muy preocupante, mientras en otros lugares estaba lloviendo, aquí apenas se nublaba, eso aparte de que la gente no colabora para ahorrar el agua”, expresó Elizabeth Aquino, periodista y presidenta de la Junta de Vecinos Los Sueños, en la comunidad de Hatico, Mao.
Además de desperdiciar el agua, dijo, las personas que acuden a los ríos no cuidan el medio ambiente, dejando todo el lugar lleno de desechos sólidos.
Hasta que no caiga suficiente lluvia que provoquen corrientes que descontaminen sus áreas, ambos balnearios seguirán cerrados, señaló el periodista Rafael Pujols.
El veterano comunicador sostuvo que de acuerdo a ambientalistas, la poca agua en esas importantes fuentes se debe en gran parte a los problemas arrastrados por el fenómeno atmosférico conocido como El Niño.
También al conuquismo en las montañas, la tala sin control, la quema indiscriminada en las zonas boscosas, la extracción de materiales del fondo de los afluentes y el desmonte de las arboledas de las orillas de ambos ríos.