Relatos

Los padres de Chassériau

Entiende Benoit (Benito) Chassériau nació en La Rochelle en 1780, el último de diecisiete hermanos de una misma madre.  Su padre, Jean Chassériau, era secretario general de colonias francesas y murió en 1785.  En 1794 murió su madre, quedando así huérfano cuando apenas tenía 14 años de edad.  A los 19 ya acompañaba la expedición  de Napoleón Bonaparte a Egipto, donde fue nombrado administrador de dos provincias.  Su hijo, el pintor, heredaría esa precocidad.  En 1802 llegó a nuestra isla como parte de la expedición encabezada por Leclerc.
La mitad de los barcos de esa expedición llegaron a Cabo Haitiano donde había vivido su futura esposa, Marie Madelene Courte de la Blagniere (Bladiere, Blaquiere, según otros textos), quien, como dijimos, había nacido en Samaná en 1791.  El padre de Marie Madelene era oriundo de Saint Genes Doet, Averíen y se había establecido en Saint Domingue donde había prosperado gracias a su finca y su posesión de esclavos.  Con la revuelta de 1791 se había trasladado a Samaná y de allí a Santo Domingo.  En la familia Chassériau existía una vieja tradición de casamientos con mulatas, como el caso de Benito con Marie Madelene.  El abuelo de Benito, Henry, había casado en Puerto Príncipe.  Su padre también casó con una “hija de las islas”, con quien tuvo los diecisiete hermanos.  Por el lado materno, Benito descendía pues de sangre caribeña.  El barón Víctor Federico, un hermano de Benito, había viajado mucho a Saint Domínguez, donde casó con una joven del lugar.  Acompañó a Benito en la expedición de Leclerc a la isla de Santo Domingo.  Tras esa lucha en las Antillas y otras en España y Alemania, moriría en 1815 en la célebre batalla de Walterloo.

Cuando los franceses fueron derrotados por los haitianos, Benito Chassériau se encontraba en la ciudad de Santo Domingo, donde conoció a sus futuros suegro y esposa.  Allí casaron en 1806, y con su suegro desarrolló la bien denominada finca “La Perseverancia”, ubicada en la confluencia de los ríos Ozama e Isabela.  Habpua sido nombrado secretario general del gobierno, el sexto cargo de mayor importancia en la colonia, pero según la propia chancillería francesa “jugó y disipó la caja pública con alrededor de 30,000 francos”, siendo apresado por Ferrand y sometido a la justicia.  Según Benito, Leclerc lo había nombrado para “organizar el servicio del tesoro de la colonia”.  Según la misma chancillería, “uno apellidado Couret, padre una hija de color con la cual Chassériau mantenía relaciones, ofreció pagar.  El general Ferrand le concedió la gracia.  Se casó con la muchacha de color y se fue a esconder a Samaná… El Sr. Couret aprovechó la difícil situación de Benito para obligarlo a casarse con su hija, con la cual ya mantenía relaciones”.  Según Benito: “ella tenía 14 años y yo 22; su padre rico propietario de la parte francesa, acababa de ser obligado a abandonar sus propiedades… Mi suegro, con los esclavos que había salvado y algún dinero que yo me había procurado, fundó una nueva finca, que llamó “La Perseverancia…, en un terreno que habíamos comprado”.  Luego explica cómo se convirtió “en el único refugio de ese viejo sexagenario y su familia”.  También afirma que “La Perseverancia” fue destruida por los haitianos durante el sitio de 1805, pues Dessalines la utilizó para establecer allí su campamento.  En realidad ese campamento estuvo en Gaillard (Galá) donde hoy está el Jardín Botánico.

Todas las tierras de la península de Samaná fueron divididas por ordenes de Ferrand en cientos de cuadrículas, desde la bahía hasta el Atlántico, sin tomar en consideración la configuración montañosa de ciertos lugares, y asignadas a franceses para que las desarrollaran.  Un mapa de 1807 “Mapa de la casi-isla de Samaná dividida en seis cantones para servir a la colocación de concesiones otorgadas por el general Ferrand”, muestra que de esos seis cantones uno era el de “Port Limón”.  Este puerto aparece en forma exagerada, pues realmente no es tan grade ni acogedor.  También está la islita Del Ermitaño.  En ese mapa ya la casi-isla estaba conectada a tierra firme, pero en base a una franja mucha más reducida que la actual.

Entusiasmado por las nuevas facilidades, Chassériau decidió retirarse del ejército y seguir a su suegro en su afán por desarrollar la agricultura en la península.  Explica que su suegro fue de los primeros en aceptar el plan de Ferrand y cómo con unos treinta esclavos inició dos fincas limítrofes y luego le pidió que fuese a ayudarle.  Según un autor francés: “el cultivo de esta península ofrecía en el año 1809 la perspectiva brillante de una cosecha de 800 milliards de café”.