Se han dicho de todo; desconfía el uno de los otros y viceversa. Y aunque se antoja complicado que la relación entre Andrés Manuel López Obrador y la élite empresarial de México vaya a cambiar drásticamente, ante una más que probable victoria del líder de Morena a tenor de las encuestas, han decidido darse una tregua. Al menos eso ha escenificado este martes el tres veces candidato presidencial antes y después de su reunión con el Consejo Mexicano de Negocios. “Se limaron asperezas”, zanjó López Obrador.
“Hubo mucho respeto, fue una muy buena reunión, con buenos resultados para el futuro de nuestro país”, aseguró el aspirante presidencial tras el encuentro, sin querer entrar a concretar de qué se habló. El mensaje a transmitir era otro. “Se aclararon todas las dudas, se limaron asperezas, fue una buena reunión, no hubo confrontación, no hubo ningún tipo de reclamos, sí planteamientos en los que no coincidimos, esto es normal, pero estamos buscando construir una democracia, no apostamos a una dictadura”.
Juan Pablo Castañón, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial y una de las principales voces críticas de López Obrador, coincidió en el ambiente sin “momentos de tensión” y de “diálogo respetuoso” que marcó el encuentro. “Evidentemente, se puso sobre la mesa, por ambas partes, las discrepancias que hemos tenido para buscar soluciones”. El empresario confirmó que la cúpula empresarial seguirá trabajando con López Obrador si este resulta triunfador en los comicios.
El Consejo Mexicano de Negocios, la élite empresarial del país, se ha reunido estos días con todos los candidatos presidenciales. Ninguna ha tenido tanta trascendencia como la de López Obrador. El preferido de la élite empresarial siempre fue José Antonio Meade, aspirante del PRI, exsecretario de Hacienda y quien más garantías de continuidad podría dar a sus intereses. El estancamiento de las encuestas llevó al poder económico a cerrar filas con Ricardo Anaya, expresidente del conservador PAN, ante el crecimiento sin freno de López Obrador.
El encuentro de este martes culmina varias semanas de críticas de destacados empresarios al programa económico de Morena, al tiempo que este los acusaba de hacer “negocios al amparo del poder” y de ser traficantes de influencias. Los ataques, no obstante, no se trataron en el encuentro, según López Obrador: “No tratamos ese asunto, se habló de qué es importante y en esto se coincidió: acabar con la corrupción en el país, con la impunidad, que tiene que haber crecimiento económico, que tiene que haber empleos, que se tiene que garantizar el bienestar”.
Grandes compañías como Aeroméxico y la tienda departamental Coppel han mostrado sus reservas al proyecto que encabeza el tercer candidato presidencial. El tono de las críticas fue aumentando hasta hacerse públicas comunicaciones internas de grandes directivos para pedir a sus empleados reflexionar su voto.
Uno de ellos fue Germán Larrea, el poderoso presidente ejecutivo de Grupo México. El empresario se defendió en una carta de las acusaciones de tráfico de influencias que desde los mítines hacía López Obrador. En un documento que hizo disponible a sus 50.000 empleados, Larrea advirtió sobre el modelo económico populista que sería dirigido por un Gobierno de Morena desde Los Pinos. “El regreso a un modelo económico que está más que probado que no ha funcionado en varios países. Venezuela, Argentina, Cuba y la extinta Unión Soviética, entre otros, son testigos de ellos”, afirmaba el texto.
A las críticas que Larrea hizo sin nombrar al aspirante puntero de las encuestas, le siguieron reservas de otra potente voz del empresariado mexicano. Alberto Baillères, el tercer hombre más rico del país, también se sumó al grupo de críticos. La cabeza del poderoso Grupo BAL, con una fortuna que supera los 10.000 millones de dólares, fue más allá y solicitó a sus trabajadores votar por el adversario que más posibilidades tuviera de vencer a López Obrador.
El líder de Morena enfatizó que logró el compromiso para “trabajar juntos, de que haya unidad para sacar delante a México” y se comprometió a que, en caso de lograr la victoria, se volverá a reunir con este organismo empresarial para presentar conjuntamente un plan de desarrollo económico para México.