Los habitantes de Las Malvinas II, un sector de escasos recursos perteneciente a Villa Mella, Santo Domingo Norte, claman a las autoridades sanitarias que realicen pruebas masivas de covid-19 tras haberse confirmado cinco casos y haber tenido uno sospechoso, urgencia que se suma a las amenazas de dengue y malaria en esta localidad cercana al río Isabela.
Aunque algunas necesidades como el agua potable, la energía eléctrica y el asfaltado de calles están parcialmente resueltas, el coronavirus representa un riesgo sanitario para sus empobrecidos moradores, dado que muchos viven en casuchas y no suelen utilizar mascarillas dentro del sector, además de que hay personas que sufren de hipertensión y diabetes, incluido niños.
Hace un mes que se reportó el primer caso de covid-19, el cual, junto a otros cuatro infectados después, cumplieron aislamiento domiciliario y ya han resultado negativo en las pruebas de detección, el último de ellos lo hizo la semana pasada. Sin embargo, entre los comunitarios todavía existe el temor de que el coronavirus persiste en la localidad.
“Nos urge que vengan a hacer las pruebas en Las Malvinas II, porque en el primer caso hubo un lío que si lo tenía o no y al final él estaba positivo y vivía con su esposa y un niño, que debieron ser puestos en cuarentena”, dice la presidenta de la Junta de Vecinos, Ana Sobeida Familia.
Esta dirigente comunitaria deplora que en la intervención que realizó el Ministerio de Salud Pública hace tres semanas en muchos sectores del Gran Santo Domingo, incluido Villa Mella, no se haya tomado en cuenta a Las Malvinas II.
En cuanto a la malaria y el dengue, aunque son enfermedades prevalentes en esta zona, durante todo el estado de emergencia por la covid-19 solo se ha reportado un caso de malaria y ninguno de dengue. Familia destaca que la diligencia de las autoridades es excelente cuando se trata de estas dos enfermedades transmitidas por mosquitos.
Asimismo, la presidenta de la Junta de Vecinos agradece que el programa Quédate en Casa haya beneficiado a la mayoría de los pobladores del sector durante los más de dos meses que han durado las medidas de confinamiento para frenar la propagación del coronavirus.
Condiciones precarias. Gran parte de las 1,300 viviendas de Las Malvinas II, especialmente las que están más cerca del río Isabela, no parecen cumplir las condiciones para albergar a un paciente de covid-19 debido a que su poco espacio apenas permite a las personas caminar a través de ellas.
Gregoria Sepúlveda Martínez, una anciana de 66 años que perdió la movilidad en las piernas en 2003 por un virus, reside en una de estas casas con tres niños que quedaron huérfanos de padre y madre.
Tomado de https://hoy.com.do