Las caretas son un complemento infaltable en un disfraz de diablo cojuelo. Muchos las conocen, pero pocos saben su origen y su proceso de elaboración.
Sobre su origen, se dice que se desprende de una reproducción del diablo mefistofélico medieval (un demonio del folclore alemán), con dos cachos.
A través de los años ha pasado por un proceso de transformación que constituye una verdadera obra de arte.
En la actualidad, las caretas más comunes tienen formas grotescas de animales y diablos.
Elaboración. De acuerdo al vegano Odaliz Marte, quien lleva más de diez haciendo caretas junto a su hermano Mariano Marte, el primer paso para realizar una careta es conocer el diseño.
“La persona a quien se le va trabajar viene con el dibujo de la careta ya realizado en una hoja. Luego nosotros comenzamos a hacer el molde, que puede ser de barro o arcilla, de ahí de trabaja con papel de periódico, de fundas de cemento y almidón de yuca para empapelarla por completo”, explica.
Agrega que después la careta debe ponerse a secar por varias horas, para proceder agregarle pintura acrílica y la pintura.
Por otro lado, está la fabricación de los dientes, que se hacen en un molde con fibra de vidrio para ser encajados a la careta. El procedimiento en general puede durar alrededor de un semana.
La última fase es la decoración. “En nuestro taller también hacemos la decoración, aunque hay clientes que solo solicitan la careta, pues tienen un decorador particular”, señala.
El precio de una careta. El artesano Daniel Antonio Jiménez indica que las caretas son caras, pero no por la careta en sí, sino por la decoración.
“Eso es lo más caro. Mientras más elementos decorativos se le agregan, más alto será su precio”, dice.
El artesano experto en la elaboración de caretas revela que una careta puede ir desde 5000 hasta 15 000 pesos.
Expresa que en su taller laboran de 18 a 20 personas y además de hacer caretas para La Vega, también las elaboran para otras provincias: Moca, Cotuí, Jarabacoa, Santiago, Santo Domingo…
Es por eso que desde mayo empiezan los clientes a tocar su puerta para la realización de las tradicionales y coloridas caretas del diablo cojuelo.