Los Alcarrizos. “Todos los días atracan por aquí y nadie está haciendo nada. No están trabajando, a nosotros aquí nos han dejado solos”, manifestó con enojo Leuris Castro.
Santo Domingo, RD. – La delincuencia atosiga a Los Alcarrizos y no hay quién la defienda, afirmaron residentes del municipio al ser abordados por periodistas del Listín Diario sobre las problemáticas que les aquejan.
“Todos los días atracan por aquí y nadie está haciendo nada. No están trabajando, a nosotros aquí nos han dejado solos”, manifestó con enojo Leuris Castro.
En el perímetro central de toda esa parte de Santo Domingo, las quejas sobre las pobres diligencias policiales por detener a los antisociales mantienen en zozobra día y noche a todos los moradores.
Según sus testimonios, con frecuencia se escuchan los murmullos de atracos a su alrededor.
“Anteayer mismo atracaron a una jovencita en la mañana cuando salió a trabajar. Un infeliz vino y, como si nada, le arrancó la cartera y se fue porque. ¿Ella qué iba hacer? Ahora yo me pregunto, ¿quién responde?”, relató indignado Marcial González.
No se puede salir por las noches y mucho menos temprano de la madrugada, porque aunque los agentes de la Policía Nacional pasan constantemente, afirmaron que no surte el efecto deseado porque únicamente hacen eso, pasar.
“Es que ellos creen que el trabajo es solo pasar por ahí. Pasan dos o tres veces al día y con eso no se resuelve nada. Un delincuente lo único que puede hacer es esperar que pasen y hacer lo que va hacer, atracar a quien sea que va atracar”, indicó Manuel García.
Además, García estableció que los resultados positivos en contra del flagelo criminal que afecta a todo el país y que parece incrementar su peso en la última época del año, solo se darán cuando los que custodian el orden establezcan un sistema de vigilancia y permanencia que les permita estar camuflados entre quienes delinquen.
Otros inconvenientes
Los Alcarrizos está arropado por múltiples cúmulos de basura, calle por calle, intersección tras intersección.
Indistintamente de la hora del día en que se pase, o la distancia de un lugar a otro, las inmensas pilas de desechos inundan las calles como un elemento más y ante periodistas de este medio fue evidente que en unas pocas paradas, un camión recogedor ya estaba lleno, pasando de largo por lugares que también necesitan limpieza y, por lo que mencionan quienes hacen vida cerca, no tenía intenciones de volver.
“El camión pasa normalmente como a las nueve de la mañana y vuelve en la tarde, a eso de las cinco, pero es que no sirve de nada que pase si no recoge. Ellos pasan por aquí haciendo bulla para que uno saque las fundas, se llenan más para atrás y entonces dejan el reguero aquí y no vuelven”, relató Rosa, en la avenida San Antonio.