La huelga contra la reforma laboral en Francia provocó este martes retrasos en los vuelos, de hasta 60 minutos en varios aeropuertos, y anulaciones de algunas compañías de bajo costo, en particular Ryanair.
Un portavoz de la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) dijo a Efe que la huelga estaba siendo «poco seguida» por los controladores y que se registraban retrasos de entre 20 y 60 minutos, en particular en las líneas que sobrevuelan el sureste de Francia dependiente del centro de tráfico de Aix en Provence.
Los principales problemas estaban en los dos aeropuertos de París -Charles de Gaulle y Orly-, Beauvais, Marsella y Estrasburgo.
El portavoz insistió en que la DGAC no había pedido a las compañías que cancelaran sus enlaces y no quiso pronunciarse sobre el caso de Ryanair, que desde el lunes avanzó que anularía este martes 110 de sus vuelos por las protestas de los controladores aéreos franceses.
Otras aerolíneas de bajo costo, como Easyjet, Vueling y Volotea habían cancelado en torno a una decena de vuelos, precisó la DGAC.
Un portavoz de Air France, principal compañía del país, indicó a Efe que «no hay anulaciones» y sólo «algunos retrasos» por el efecto de los controladores aéreos, en particular en Orly y en vuelos que dependen de Aix en Provence.
La jornada de protestas contra la flexibilización del mercado laboral, una de las principales reformas promovidas por el presidente francés, Emmanuel Macron, también tuvo incidencia en los ferrocarriles franceses, con anulaciones sobre todo en las líneas regionales y de cercanías de París, así como en los transportes urbanos de algunas ciudades.
Mélenchon denuncia el «dumping social»
Pero el mejor parámetro para evaluar la amplitud de la movilización que lidera la Confederación General del Trabajo (CGT) son las cerca de 200 manifestaciones convocadas en todo el país, algunas de las cuales se desarrollaron por la mañana, como la de Marsella, con varios miles de personas, en la que participó el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon.
En unas declaraciones a los medios, Mélenchon cargó contra el decreto ley que debe aprobar el Gobierno de Macron el próximo día 22, que a su juicio favorece el «dumping social» y no responde a una demanda de los franceses.
El responsable de la Francia Insumisa dijo que «nadie ha pedido que se reforme la normativa laboral, aparte de un grupo de iluminados en el Medef», la principal organización patronal.
En la marcha de París, que comienza a las 14.00 hora local (12.00 GMT), la Prefectura de Policía espera a unas 10.000 personas, una cifra muy inferior a la que confía en reunir la CGT, que dará sus propias cifras de participación por la tarde.
Es el único de los tres grandes sindicatos del país que ha decidido salir a la calle contra la reforma laboral, ya que los otros dos, la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT) y Fuerza Obrera (FO), consideran que han obtenido algunas concesiones en la negociación con el Ejecutivo.