El emblemático lugar tiene un reloj que no funciona porque cancelaron al técnico que le daba mantenimiento
Un reloj que no da la hora y que la última vez que fue restaurado ocurrió en 1995 y un contrato de concesión que aún no es rescindido, y la necesidad de rehabilitación y potenciación, son de las necesidades urgentes que requiere la fortaleza San Luis en Santiago como destino cultural y turístico.
Y es que desde hace más de veinte años ha existido el interés de reciclar la fortaleza San Luis en Santiago, un importante espacio fundacional de la ciudad luego del terremoto de 1562.
El general retirado, Damián Arias Matos, denuncia que el técnico que daba mantenimiento al reloj para que estuviera en funcionamiento fue cancelado. El general Matos dijo que el reloj inaugurado durante la presidencia de Ulises Hereaux, lleva bastante tiempo fuera de servicio.
En tanto que el historiador Edwin Espinal lamenta que, a pesar de los constantes reclamos, estas peticiones han caído en un limbo en el que se sobreponen intereses encontrados por su gestión.
Espinal recuerda que el más reciente intento fue la visita del 27 de noviembre de 2021 del presidente Luis Abinader a su museo, cuyo desarrollo y modernización prometió apoyar.
En noviembre de 2019, una resolución aprobada por el Senado, iniciativa de Julio César Valentín, de liberar sus espacios, no tuvo eco ni en el Estado ni en la sociedad civil.
La fortaleza fue declarada Patrimonio Nacional mediante decreto 172-91, del 29 de abril de 1991, pero el Ministerio de Cultura, instancia competente para preservar el patrimonio cultural tangible de la nación, así como para fomentar su protección, conservación, rehabilitación y divulgación, de acuerdo con la Ley 41-00, no concretado en planes o proyectos su interés por este lugar histórico.
Tampoco lo ha hecho la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental ha asumido la realización, coordinación y ejecución de iniciativas para la puesta en valor de esta valiosa pieza del Patrimonio Monumental de la Nación. La fortaleza está a cargo del Ministerio de Defensa y allí operan la Dirección Nacional de Control de Drogas, Digesett, un museo, un atelier para artistas plásticos y la oficina para pensionados.
Espinal indica que, desde su creación por decreto 1557-04, del 16 de diciembre de 2004, la comisión creada para la conservación, preservación y puesta en valor de la fortaleza San Luis no se ha instalado ni reunido nunca.
La comisión está integrada por el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (Conau), que ostenta su presidencia; el Consejo para el Desarrollo Estratégico de la ciudad y el municipio de Santiago (CDES), el alcalde municipal, el gobernador de la provincia de Santiago, el Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) de la Pucmm, la Dirección de Patrimonio Monumental, la Asociación de Tiendas de Santiago (Asotisa), la Asociación para el Desarrollo de Santiago (Apedi) y la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS).
El historiador resalta además la oposición mantenida por la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS) a las iniciativas de transformación cultural de la fortaleza
Por decreto 730-03, del 6 de agosto de 2003, el Poder Ejecutivo concesionó a la ACIS la construcción, operación, explotación y administración de un edificio de estacionamientos en la fortaleza San Luis, despojando así a la empresa Colopark, beneficiada por decreto 1063-01, del 23 de octubre de 2001 con una concesión por treinta años para desarrollar y administrar parqueos en ese recinto histórico a un costo de 85 millones de pesos.
El decreto 1557-04 derogó la autorización otorgada para la concesión a la ACIS, pero ésta sostiene que, si bien fue derogada, no fue rescindido el contrato de concesión, aspecto al que se aferra para condicionar y permitir cualquier intervención en el monumento.
En 2018 se planteó que la fortaleza sirviese como parqueo para los usuarios de la extensión del Instituto Superior de Agricultura (ISA) que se instalará en el edificio que ocupó la desaparecida Compañía Anónima Tabacalera (CAT).
Recuerda que desde 2010, el artículo 64, numeral 4, de la Constitución dispone que los bienes del patrimonio cultural de la Nación, cuya propiedad sea estatal, son inalienables.
“Desde hace más de veinte años ha existido el interés de reciclar la fortaleza San Luis en Santiago, en tanto espacio fundacional de la ciudad luego del terremoto de 1562, apunta Espinal.
Su declaratoria como Patrimonio Nacional en 1991 daría inicio a ese proceso, el cual tendría su punto de arranque con la restauración del reloj de su torre en 1995 por parte de la desaparecida Comisión del Centro Histórico, Monumentos y Sitios de Santiago, con el auspicio de Empresas León Jimenes. Un segundo paso en esta orientación lo fue el decreto núm.480-97, del 14 de noviembre de 1997, por el cual se ordenó el traslado de la hoy Dirección Regional Cibao Central de la Policía Nacional, que tenía su asiento en el fuerte, a la base en la que operaba el Comando Norte de la Fuerza Aérea, en la avenida Bartolomé Colón.