El Comité de Asuntos Legales del Parlamento Europeo votó ayer en favor de levantar la inmunidad europarlamentaria a Marine Le Pen, para que pueda ser juzgada en Francia por haber publicado en 2015 «imágenes violentas». Los hechos se refieren a tres tuits de la política francesa en los que esta subió a la red fotos de degollamientos llevados a cabo por Daesh.
La legislación francesa prevé penas -según las circunstancias- de multas y hasta tres años de cárcel por publicar imágenes violentas. Tras el voto favorable en el Comité, la decisión de levantar o no la inmunidad tendrá que ser tomada por el pleno del Parlamento Europeo en una fecha por determinar.
Marine Le Pen, favorita para la primera vuelta de las presidenciales francesas en abril, insistió en el «carácter político» del movimiento en el Parlamento Europeo. La líder de la extrema derecha se siente confiada en que «nada podrá detener su victoria», asentada en la realidad del estancamiento económico de Francia, principal granero electoral del Frente Nacional (FN).
Según los últimos sondeos, el 44% de los obreros votarán a Marine Le Pen, candidata del FN, en la primera vuelta de la próxima elección presidencial, el 23 de abril. Durante los últimos veinte años, entre un 25% y un 30% de los obreros franceses han votado a la extrema derecha. Al final de la presidencia de François Hollande, la tendencia se agrava. Y es muy particularmente sensible en regiones históricamente industriales (todo el norte de Francia), donde la crisis provoca estragos sociales.
Apoyo transversal
Según los últimos sondeos, asimismo el 35 % de los agricultores franceses votarán a la extrema derecha en la primera vuelta presidencial, dentro de cincuenta y tres días. Se trata de un vuelco histórico. En las presidenciales de 2012, «solo» el 19,5 % de los agricultores votaron a Le Pen. Cinco años más tarde, la candidata de extrema derecha gana más de un 15 % en intenciones de voto.
Francia es el tercer exportador mundial de productos agrícolas transformados. Sin embargo, la eficacia de la agricultura industrial está hundiendo la agricultura tradicional. Cada tres días se suicida en Francia un agricultor. Según la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (Fnsea), más de 20.000 explotaciones agrícolas están hoy amenazadas.
Todos los indicadores señalan que Le Pen se beneficia asimismo de una dinámica muy favorable entre las clases medias, víctimas de los choques fiscales de Sarkozy y Hollande.
En orden disperso, la candidata del FN está a la cabeza -rara vez en segundo puesto- en las intenciones de voto en sectores muy diversos, víctimas de la crisis: pequeños empresarios y jubilados de zonas en crisis, jóvenes sin cualificación laboral y funcionarios de las escalas más modestas.