Santo Domingo, RD. Entre los callejones y caminos en los que aún se tiene algún recuerdo de pavimento en La Ciénaga, circula la estafa, el miedo y la angustia, alimentados por “una red cibercriminal” que solo en una semana ha ceñido sus garras sobre al menos cuatro víctimas confirmadas.
Tras la máscara de un perfil “falso” en la red social denominada “Grindr”, un grupo de jóvenes del sector, ubicado en la ribera del Ozama, en el Distrito Nacional, han citado, robado y hasta herido a decenas de personas de todas partes.
Según los testimonios obtenidos de personas cuyos nombres serán omitidos por seguridad, el modus operandi es siempre el mismo.
“Ellos bajan… Cuando los llaman, los atracan, les dan golpes, les quitan lo que tienen”, relató una de las entrevistadas, mientras que otro morador aseguró que “no le hacen más nada, pero si se ponen bruto lo cortan (haciendo referencia a apuñalar)”.
“Hay algunos que le han dado su par de tabaná y lo dejan tirado por ahí”, añadió otro.
Grindr La plataforma que utilizan los presuntos delincuentes es una de las más populares dentro de la comunidad gay, bi, trans y queer a nivel mundial, según señalan algunas páginas y rankings digitales.
La aplicación que promueve chats y encuentros entre personas del colectivo LGTBIQ+ fue fundada por el israelí Joel Simkhai en el 2009 y aunque en su propio “home page” se describe como “un espacio seguro donde puedes descubrir, navegar y alejarte a cero pies del mundo queer que te rodea”, es ahora un instrumento de la criminalidad con el que se localizan a futuras víctimas.
“Todos los días hay uno nuevo”, contaron los moradores y uno de ellos precisó que el martes pasado se enteraron de un homosexual que viajó desde Barahona para verse con su supuesta cita en el sector capitalino.
Este escenario se repite con frecuencia en La Ciénaga desde hace seis meses, pero fue en los últimos 30 días cuando se masificó la situación en la que en un solo día asaltaron hasta a tres personas usando esta aplicación.
Sobre este incidente en el que uno de los tres citados logró escaparse, una señora explicó que este no se convirtió en el tercero del día porque lo ayudaron miembros de la comunidad.
“No llegaron a atracar tres porque una señora metió a uno para su casa”, señaló, al tiempo que dijo que esta práctica “ahora está más fuerte, ahora está más caliente”.
Un mismo clamor Durante el recorrido por diferentes puntos de La Ciénaga, la denuncia de estos delitos se externaba por los moradores con la misma preocupación, y versiones parecidas de cómo, desde cuándo y a qué hora se presentan. Entre las denuncias de los residentes, se contabilizan cerca de 15 casos referentes a igual cantidad de víctimas, sin embargo, este medio solo ha podido confirmar cuatro con ciudadanos que presenciaron los acontecimientos y una fuente oficial con la que conversó el equipo periodístico.
Seguir la huella de los delincuentes es dificil, porque los afectados llegan desde lugares lejanos y no siguen el proceso.
Sepa más
Dirección especializada
Para este tipo de sucesos que involucran actividad criminal realizada a equipos electrónicos o en los que se utilizan estos para cometer otros delitos, República Dominicana cuenta con el Departamento de Investigaciones de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (DICAT), que forma parte de la Policía Nacional.
La Ley
El 23 de abril de 2007 se promulgó la Ley 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, pieza regulatoria que en su artículo primero establece que «tiene por objeto la protección integral de los sistemas que utilicen tecnologías de información y comunicación y su contenido, así como la prevención y sanción de los delitos cometidos contra éstos o cualquiera de sus componentes o los cometidos mediante el uso de dichas tecnologías en perjuicio de personas física o morales, en los términos previstos en esta ley”.
Asimismo, señala que “la integridad de los sistemas de información y sus componentes, la información o los datos, que se almacenan o transmiten a través de éstos, las transacciones y acuerdos comerciales o de cualquiera otra índole que se llevan a cabo por su medio y la confidencialidad de éstos, son todos bienes jurídicos protegidos».
Tomado del Listín Diario