La queja. Choferes y pasajeros afirman que la vía se ha deteriorado por la falta de mantenimiento oportuno.
Santo Domingo, RD. La autopista 6 de noviembre conecta a la ciudad capital con la región sur, principalmente con las provincias San Cristóbal, Peravia, Azua, San José de Ocoa, San Juan, Pedernales, Bahoruco, Independencia, Barahona y Elías Piña.
Por sus vías, transitan diariamente miles de ciudadanos en las diversas rutas de autobuses y carros del transporte público, así como también vehículos privados y de carga.
Al ser tan concurrida, resulta inexplicable el estado de deterioro que acumula la autopista. Durante un recorrido realizado por periodistas de Listín Diario, se observó que la carretera está llena de hoyos.
Estos grandes baches son visibles en ciertos tramos, especialmente en los carriles en dirección oeste-este, a la altura del municipio sancristobalense Hatillo.
Aunque algunos tratan de evitar caer en los hoyos, lo cierto es que la velocidad a la que se desplazan los automóviles por la autopista, les impide percatarse de los mismos a tiempo, por lo que terminan cayendo en ellos, dañando sus vehículos.
“Cuando va por ahí y no se da cuenta del hoyo, uno quiere cambiar rápido de carril para no caer y eso lo que provoca es un desastre, porque el que va al lado no sabe eso y entonces así fácilmente se choca”, dijo un chofer de autobús de una de las rutas Santo Domingo-Elías Piña, cuya identidad pidió sea omitida.
Las decenas de socavones en los carriles izquierdos en ambos sentidos de la carretera, mantienen en alerta a los ciudadanos porque podría poner en riesgo sus vidas.
Pero este no es el único punto neurálgico del mal estado del 6 de noviembre, la falta de barandas divisoras a lo largo de los primeros 24 kilómetros de la autopista, también resulta preocupante.
Además del hecho de que en varias zonas no hay barandas, muchas de estas barreras protectoras lucen como si hubiesen sido golpeadas por algún accidente vehicular o, en su defecto, como si les hubiesen sustraído el metal que las protege.
“Por ahí fácilmente se mata uno”, dijo un motorista mientras aguardaba para cruzar la vía en la intersección entre la autopista y el barrio Los Molinas, de San Cristóbal.
El transeúnte
Para el ciudadano de a pie, también resulta casi un deporte extremo cruzar de un lado de la vía a otro, debido a la falta de puentes peatonales.
SEPA MÁS
Obras Públicas
En mayo del año pasado, el titular del Ministerio de Obras Públicas, Deligne Ascención, dio el primer palazo para la reconstrucción de la autopista que, desde hace años, presentaba estas mismas dificultades en sus vías.
El funcionario anunció que la intervención de esta autopista sería iniciada en las proximidades del peaje y que se extendería hasta la entrada de Baní.
Precisó que la inversión en el proyecto ascendía a unos 300 millones de pesos. A un año y casi cuatro meses de ese anuncio, nada se ha hecho en la autopista.