Gmail ya no estará entre las fuentes para ofrecer anuncios a medida
Gmail es, de facto, el servicio de correo electrónico estándar. Cuenta con más de 1.200 millones de usuarios activos en su versión gratuita. Pero desde su nacimiento le ha perseguido una polémica, leer el correo para ofrecer publicidad relacionada.
Se cumplía entonces la máxima de “si no eres el cliente, eres el producto”. Google ofrecía gratis el servicio de correo con generoso almacenamiento porque ayudaba a conocer mejor los gustos de cada perfil y después personalizar los anuncios basándose en el contenido de su correo. No es que una persona entrase en el correo y leyese el contenido, sino que de forma anonimizada, Google tomaba las palabras clave para que después apareciesen mensajes publicitarios relacionados con el regalo del día del padre comentado con una hermana u ofertas de viajes a la misma localidad que se pensaba ir con los compañeros de clase.
Google ha anunciado que de aquí a final de año va a dar por terminada esta práctica. Diane Green, responsable de todos los productos de Google Cloud, lo ha anunciado en el blog oficial: “El contenido de los consumidores de Gmail no se usará para personalizar anuncios cuando hagamos el cambio”. De aquí a final de año esto será efectivo para todas las cuentas de Gmail.
No es que vayan a dejar de ofrecer anuncios, los Adwords (anuncios por palabras creados por ellos) son su principal fuente de ingresos, sino que cuentan con muchas más fuentes y pueden prescindir de esta. Google usa el historial de búsquedas, el de navegación (si se usa Chrome), los vídeos vistos en YouTube, la localización del móvil o los anuncios en los que se hace clic.
En 2013 Microsoft, hizo una campaña contra los de Mountain View centrada en este aspecto. Lo tituló Google lee tus cartas de amor, una apelación a la privacidad no terminó de prosperar.
Cuando Google lanzó su sistema de correo, en 2004, fue una revolución en una aplicación de uso común pero todavía limitada. Por entonces el espacio que ofrecían Hotmail o Yahoo, los más populares dentro de los gratuitos, era limitado. Cada poco tiempo el usuario tenía que decidir qué correos debía borrar y cuáles seguirían en el servidor. El lema de Google fue directo contra esa costumbre: No borres, tienes espacio. Su oferta inicial fueron unos generosos cuatro gigas que se aumentaron hasta 15. A partir de ahí fueron creciendo, con los planes de pago para contar con espacio adicional y la opción de usar este sistema de fácil acceso desde el navegador con el correo corporativo.
Google, además, lo lanzó como si se tratase de una broma, el primero de abril, April’s Fools, el equivalente a los Santos Inocentes en el mundo hispano. En versión beta, como se denomina a las pruebas en el argot tecnológico, y bajo invitación. De este modo escalaron el despliegue del servicio, evitando caídas por avalanchas de usuarios y generaron una sensación de deseo basada en la escasez que hizo que se vendiesen las invitaciones en eBay o cotizasen como favor a pagar en el futuro.