SANTO DOMINGO.-“¡Yo no lo puedo creer, es cierto que se suspendieron las elecciones!? Esa fue una de las tantas interrogantes que afloraron a media mañana de ayer entre los votantes cuando abruptamente se rumoró y más tarde se confirmó la noticia de que los comicios municipales se paralizaron a nivel general.
Muchos atónitos, una buena parte indignados y otros emitiendo consignas como “Se van, se van…”, reaccionaron parte de los electores en los recintos de votación, tal fue el caso del sector Haras Nacionales, en el municipio Santo Domingo Norte.
“En mi mesa no se pudo arrancar nunca, ninguno pudimos votar, ni los delegados, creemos que fue a propósito a nivel nacional”, reaccionó Silvestre Walla, presidente del Colegio 17- 29 de la citada demarcación.
Tanto en esa zona como en otros barrios populares de la parte alta de Capital, la ciudadanía salió con prisa, comenzó a dispersarse y evacuar los centros donde tenían previsto ejercer su derecho al voto.
De inmediato, muchos empezaron a apostarse en las esquinas de los colmados y negocios más cercanos a comentar la inesperada situación, que por primera vez sucede en el país, en unos comicios.
El ambiente en las calles lucía relativamente tranquilo, pero las personas estaban a la expectativa de que lo que pudiera ocurrir ante alertas de posibles incidentes por parte de activistas políticos contrarios al partido oficial o desaprensivos.
Suspenso
Reinaba el temor de que pudieran suceder estallidos y que “perversos” aprovecharan la ocasión para generar desórdenes, como sucedieron en San Francisco de Macorís y el sector de Mendoza en Santo Domingo Este y Los Guaricano, donde una persona resultó muerta a tiros.
Otros residentes más calmados optaron por continuar su fin de semana sin mayores contratiempos, aunque frustrados por el trauma vivido al ser no ver consumada la elección de sus candidatos a alcaldes, regidores y otros puestos municipales.
Entretención
Como es tradición en los barrios, vecinos optaron por jugar dominó y los más jóvenes prefirieron practicar disciplinas como la “vitilla”, contrario a zonas y pueblos de más efervescencia que encendieron neumáticos y crearon desórdenes callejeros en protesta por la decisión de la Junta Central Electoral de suspender las elecciones de ayer.
En el sector Simón Bolívar, específicamente en el área del mercado, buhoneros seguían vendiendo vegetales y rubros, especialmente los haitianos.
“Lo hicieron muy mal, porque el proceso iba bien y de repente todo se violentó, dizque las máquinas no funcionaban y no sé quienes fueron los del lío”, comentó Mercedes Evangelista, residente en el populoso barrio Simón Bolívar.
Recursos
Diferentes ciudadanos se preguntaban qué se haría a partir de este “fracaso” del órgano electoral y el por qué no se probaron con certeza y antelación los equipos del voto automatizado con los que se contabilizarían los votos, además preguntaban por los gastos del poroceso.
“Mire, y ahora el dinero que se invirtió en esto, quién nos lo va a reembolsar”, se preguntó a sí mismo Francis Gutiérrez, ciudadano preocupado.
Consumo de bebidas
Una vez se paralizó el proceso electoral, comerciantes levantaron automáticamente la prohibición de ventas de bebidas que establece la Junta Central Electoral basada en la Ley Orgánica de Régimen Electoral.
Fue así como el “populacho” en los barrios encontró una vez más motivo para beber ron, cervezas y comer sus acostumbradas empanadas y chicharrones light.
Tomado de https://eldia.com.do