El candidato a la presidencia de Francia, François Fillon, ha transmitido este domingo sus disculpas a los miles de simpatizantes que se han concentrado en la parisina plaza del Trocadero para expresar al ex primer ministro francés su apoyo ante la presión que está recibiendo para retirarse de la carrera por el escándalo de empleos ficticios que otorgó a su familia, el penelopegate.
Fillon ha reconocido ante unos 40.000 simpatizantes (más de 200.000 según los organizadores) que ha cometido «errores». En cualquier caso, ha subrayado que su «examen de conciencia ya está hecho». «Mi examen de conciencia está hecho y no le deseo a nadie que lo tuviera que hacer en estas condiciones», ha argumentado, según recoge la prensa francesa. Así, ha apelado a los «hombres y mujeres políticos» con los que comparte ideales para que «hagan el suyo».
Además, les fijó una serie de condiciones en forma de preguntas retóricas: «¿Dejaréis que las pasiones del momento se pongan por delante de las necesidades de la nación? ¿Dejaréis que los intereses de camarillas y de carrera y las maniobras pasen por encima de la grandeza y la coherencia de un proyecto adoptado por cuatro millones de personas?».
El ex primer ministro conservador reconoció su «parte de responsabilidad» en esta situación, y más concretamente dos errores: el primero haber pedido a su mujer, Penelope, que trabajara para él como asistente parlamentaria —la cuestión que está en el centro de la investigación judicial de que es objeto—, y el segundo las dudas para hacer público ese empleo supuestamente ficticio.
Denuncia a «desertores»
Por otro lado Fillon también ha cargado contra los responsables de su campo que le han abandonado, habló de deserciones «sin vergüenza y sin orgullo», y les reclamó un examen de conciencia.
En su discurso, el candidato conservador dirigió varias pullas contra los barones de la derecha y el centro, que por decenas le han pedido que se retire ante el escándalo que arrastra por los empleos presuntamente ficticios que concedió a su mujer y a dos de sus hijos.
El resto del acto ha sido de promoción de su candidatura presidencial y movilización del electorado conservador. «Tengo que escuchar a esa multitud que me empuja hacia adelante, pero también tengo que preguntarme por quienes dudan y abandonan la nave. Su responsabilidad es inmensa y la mía también lo es», ha apuntado.
«Para mí es Francia y los franceses lo que me preocupa y creo que los millones de voces que se han levantado durante la primaria quieren decir simplemente esto», ha apostillado.
Tras el discurso, el acto se ha cerrado entonando La Marsellesa. La multitud, trufada de banderas francesas, ha coreado consignas a favor de Fillon como «¡Fillon, resiste. Francia está contigo!».
No ve motivos para retirarse
Posteriormente, Fillon afirmó que no ve razones para retirarse, sobre todo después del apoyo popular recibido en la calle, y aunque dijo que está dispuesto a dialogar con su partido, la decisión final la tomará él. «Nadie puede impedirme ser candidato», subrayó Fillon en una entrevista al canal France 2, en la que recordó que fue «elegido democráticamente» en las primarias de la derecha y el centro en noviembre pasado, y además cuenta con las firmas necesarias para formalizar la candidatura.
Pero a continuación admitió que «eso no quiere decir que no estoy dispuesto a dialogar», ha matizado.
Tras la imputación de Fillon la semana pasada por los contratos de familiares, su candidatura se encuentra en pleno impasse, ya que son cada vez más las voces del sector conservador que piden que renuncie a la candidatura al Elíseo. De hecho, este lunes está convocado el Comité Político de Los Republicanos, que reúne a los pesos pesados del partido, una cita para «evaluar la situación» de Fillon.
Este domingo, el presidente del Consejo Regional de Provenza-Alpes-Costa Azul, Christian Estrosi, ha anunciado que está preparando junto a otros cargos electos de Los Republicanos una salida «digna» para Fillon. «Es imprescindible una opción diferente» que no debe «humillar» a Fillon, ha argumentado Estrosi.