Barahona.- A pesar de que este municipio de la provincia Barahona es eminente agrícola y es llamado la capital del agua por las más de 40 fuentes acuíferas con que cuenta, entre estos ríos, riachuelos, arroyos varios de los cuales son subterráneos, así como la laguna Rincón, tiene barrios donde las familias que los habitan viven sumidas en la más espantosa miseria, ante la mirada indiferente de las autoridades locales, provinciales y los gobiernos de turno.
Uno de estos barrios es el llamado Barrio Arriba donde casi todas las casas están construidas de tablas cana que fabricadas rústicamente de las matas de palmeras y cobijadas de zinc, cuya mayoría presenta avanzado estado de deterioro donde el servicio de agua potable es muy precario y las calles están tan en malas condiciones que los comunitarios las comparan con los desastrosos caminos vecinales que dan acceso a las fincas agrícolas del municipio.
«Todas las personas que llegan a nuestro barrio desde que avistan las malas condiciones de nuestras casas, calles, la falta de agua potable, entre otras cosas que las autoridades pasan por alto, de inmediato palpan las penurias y dificultades por las que atravesamos las familias que vivimos aquí, las que nos desenvolvemos en un ambiente totalmente deplorable y repleto de miseria», coincidieron comunitarios.
Expresaron que cuando se presenta una leve brisa el polvo que se levanta de las calles, que no están asfaltadas, penetra al interior de las viviendas y se adhiere a las ropas, sabanas y todos los efectos hogareños.
Mientras que cuando llueve el agua se acumula en el centro y ambos lados de las referidas calles la que al transcurrir de los días se descompone y emana malos olores que se diseminan por todo el lugar.
Una señora que se identificó como María Carmelita Féliz, dijo que cuando sopla una fuerte brisa le pasa por la mente que su casa le va a caer encima, producto del avanzado estado de deterioro que presenta el techo de la misma, por lo que en algunas ocasiones temerosa de que esto suceda, sale fuera la vivienda con su familia y regresa cuando el viento se calma.
Esta humilde mujer al igual que otros residentes en Barrio Arriba, coinciden en que ya están cansados de pedir a las autoridades del gobierno y municipales que, acudan en su ayuda, pero que estas siempre hacen caso omiso.
«Ahora estamos apelando al Presidente de la República para que nos extienda su mano amiga como lo está haciendo desde que llegó al poder en favor de familias pobres de diferentes zonas del país». Le comunicamos a nuestro Presidente que él es nuestra única salvación», comentó María Carmelita Feliz.
Varias de estas pobre familias viven de la pesca en la laguna Rincón de este municipio y otras de la agricultura, la cual actualmente no atraviesa por sus mejores momentos.
Por su parte el comunicador nativo Hércules Urbáez, quién se solidarizó con las familias de Barrio Arriba las que considera atraviesan por momentos muy precarios y difíciles, solicitó al presidente Luis Abinader que acuda en su auxilio.
Asimismo, Urbáez considera que de la única manera que las familias de Barrio Arriba pueden salir de su extrema pobreza y mejorar sus condiciones de vida, es si el presidente Abinader les construye un complejo habitacional donde puedan vivir como seres humanos.
El también locutor criticó a los políticos y autoridades de su localidad y del municipio cabecera, Santa Cruz Barahona, porque a su juicio solo visitan los barrios y sectores pobres en tiempos de campañas electorales en busca de votos.
«En campañas electorales esos políticos y autoridades visitan los pobres en sus respectivos barrios, a los que prometen resolver todos sus problemas cuando lleguen a los cargos electivos mediante el voto popular, promesas que echan en el saco del olvido desde que logran sus objetivos y comienzan a saborear las mieles del poder», concluyó Hércules Urbáez.
Tomado de https://www.elcaribe.com.do
