Contratiempo. Los moradores de la localidad denuncian que tienen seis mesis sin recibir el servico.
Santiago, RD. – “A veces tengo los cien pesos para comer y tengo que darlos por dos botellones de agua”, expresó con tristeza un residente de la comunidad Valle Verde que solo se identificó como Juan, donde al igual que en Hato del Yaque, alegan tener más de seis meses sin agua potable.
Los vecinos han realizado múltiples protestas frente a las instalaciones del Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillados (INAPA), ubicado en el sector Hato del Yaque.
Estas manifestaciones, que han realizado en diferentes ocasiones pobladores de la zona, se debe a la paralización del servicio de agua potable, debido a la construcción del acueducto de Hato del Yaque, que un primer momento se entregaría en un plazo de seis meses. Sin embargo, Edison Peralta, director regional de INAPA, ha pedido una prórroga de un mes y medio más para culminar la obra.
“Nosotros tenemos dos plantas potabilizadoras en Hato del Yaque, hay una que está en funcionamiento todavía, pero la de Hato del Yaque está en rehabilitación, que hicimos nosotros, hicimos unos by pass de la planta de Cooraasan (Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago), para suministrarles agua a algunas comunidades”, explicó Peralta.
Dijo, además, que los camiones distribuidores de agua pasan en la mañana y en la noche, y que las personas que se quejan de no ver esos vehículos es porque salen temprano a trabajar y cuando llegan no están en sus casas.
“Tú sabes que la gente cuando dura diez días sin agua dice que es un mes, cuando dura un mes que son seis meses. Nadie va a durar seis meses sin agua. Incluso el día antes de la protesta se les mandó, lo que pasa es que la planta de Cooraasan está trabajando a menos capacidad”, indicó Peralta.
Mientras moradores de Valle Verde aseguran que tienen más de seis meses sin agua potable.
Crono
Inconformes.
“Aquí vivimos ocho personas y tenemos seis o siete meses sin agua. Antes nos la vendían a 40 y 50 pesos y ahora nos la están vendiendo a cien pesos los tanques, y un agua sucia”, expresó Joselito Rodríguez, vecino del sector. Carmen, otra residente, cuenta que compra al menos cuatro tanques cada dos días, agua sucia del canal, la que usa para todo menos para cocinar.