“Yo vivo aquí porque no tengo otro lugar, tenemos una gran problemática con esas aguas que llegan al frente de nuestras casas con mal olor a miao, desagüe de pollo, una podredumbre que no nos da chance ni a respirar”, deploró William Berigüete Medina, residente en la calle Rogelio Rosel de Bayona, y presidente de la Junta de Vecinos Villa Antigua.
El al igual Marilanda Quezada, su esposa, se quejó de que próximo a su mejora tienen un punto de basura y aguas putrefactas que no les da tregua, temen les llegue dengue.
En la avenida Las Palmas, en el entorno de La Canela, igual se vislumbra un foco de basura de un “cinturón de miseria” que hace vida en la parte trasera del lugar y la gente saca la basura 24/7 sin control.
Miguel Montero, vecino, lamenta que las autoridades municipales no lleven un contenedor para evitar el dengue del cual fue víctima.
“Por aquí, después que el alcalde perdió, se ha enfocado en el puente de la cañada de Guajimía y por aquí los camiones ni pasan, aceras y contenes se mantienen llenos de basura porque sólo vienen dos veces a la semana”, comentó Carmen Diplán, en la calle Los Pinos casi esquina Prolongación 27, manzana 27 de Las Caobas, en las proximidades del Destacamento Policial.
Cañada amenaza
Sin embargo, en la denominada cañada de Guiajimía, donde hasta han muerto personas con las crecidas de las aguas en tiempos de lluvia, hay un foco permanente de desechos, específicamente en el área de Los Olivos.
Allí la gente tira la basura al descuido sin pensar en la generación de plagas como ratones y el mosquito Aedes aegiptis que propaga el dengue.
Esta cañada, aún con la alarma que se ha disparado con las muertes por el dengue, sigue cargada de plásticos y desechos, ya que la gente no deja de lanzarlos allí.
Aseo urbano
— Falta educación
Aparte de que no existe una logística de recolección de desechos adecuada por parte de las alcaldías, la gente tampoco colabora en muchos casos en el aseo urbano. Sacan la basura a cualquier hora y sin control.