Santiago. Colmadones, pequeños locales para venta de comida, ropa y otros negocios, son construidos o ampliados en el trayecto de importantes vías de la ciudad, hasta debajo de los semáforos o encima de los puentes, sin que nadie ponga control al desorden que esto genera.
Todo tipo de violaciones pueden ser comprobadas en los laterales de las diferentes vías de la ciudad, sobre todo en las que se mueven las diferentes rutas del transporte público de pasajeros. Como muestra se puede citar lo que ocurre en varias intersecciones de la avenida 27 de Febrero, como frente a la carretera de Los Rieles (sector Hoya del Caimito), en la Hermanos Gutiérrez (carretera Tigaiga) y encima del puente de Pontezuela, donde divide Santiago con Tamboril. En el primer caso, en el semáforo de Hoya del Caimito, hay negocios de venta de comida, de repuestos, tiendas de electrodomésticos, colmados y otros que no tienen parqueos y los carros se estacionan en ambos lados de la vía, mientras los del transporte público montan y desmontan pasajeros en cualquier punto.
Apuesta al desorden
A esto se suma que nadie respeta la luz y aunque esté en rojo, los que van en ruta directa no dan paso a los que van hacia otras direcciones. Hay que sumar a estos que las guaguas de la 27 y la ruta de la CJ montan y desmontan pasajeros debajo de los semáforos. Tapones mayúsculos se ven durante todo en día frente al Dorado II y entrada a Llanos de Gurabo II, donde hay un colmadón y una ampliación en desarrollo que obstruye el tránsito hacia todas las direcciones. Este negocio no dispone de parqueos para sus clientes y cada vehículo estacionado significa un problema.
Una situación complicada viven los que se desplazan desde o hacia Tamboril, ya que deben cruzar el puente de Pontezuela sobre el cual hay todo tipo de negocios a los que llegan suplidores en camiones que se estacionan a ambos lados, lo que además sobrecarga la frágil infraestructura. A esto se le suma la existencia de una parada de la ruta CJ que en todo su recorrido imponen su ley.
Al parecer, ya forma parte de la historia encontrar un agente de la Amet y ahora DIGESETT que viabilice el tránsito en las intersecciones donde hay problemas o se multe por las constantes violaciones a la luz roja. Hay que resaltar que el desorden prevalece a pesar de que se supone hay menos tránsito debido a que aún no se inicia el año escolar.
El caos cobra fuerza por la falta de acciones y porque la solución a los problemas del tránsito, aunque forman parte de las propuestas de los gobiernos locales, no se aplican.
El Plan Estratégico de Santiago 2020 había contemplado acciones sobre este tema y para lograr una mejor viabilidad se firmó el Convenio de Cooperación Técnica para proveer asistencia al Ayuntamiento de Santiago y su alcalde, Abel Martínez en el desarrollo del primer sistema de movilidad urbana segura y sostenible del país, en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Aunque se han implementado algunas acciones en el caso urbano, el mismo no ha experimentado avances para detener el desorden que impera en las vías, y tampoco hay control en las construcciones.
Exhorta a funcionarios a cumplir con su rol
El dirigente choferil Juan Marte exhortó a las autoridades a que hagan el trabajo para el cual fueron elegidas. “Necesitamos técnicos y profesionales comprometidos con la ciudadanía y con el país, para cuando se les ponga un puesto en las manos, como planificación urbana, departamento tránsito, o sea un alcalde o el Presidente de la República o cualquier ministro, vaya a servirle al país de manera eficiente”, precisó. Reconoció en que en el trayecto de la 27 de Febrero hay un problema de orden público, tanto con el transporte como con los permisos para las construcciones ilegales a los que las autoridades locales y el gobierno deben prestarle atención.
Tomado de https://www.elcaribe.com.do