Una investigación sugiere que el Programa de Fomento al Turismo en la Ciudad Colonial debe impulsar el uso residencial, mejorar el nivel cualitativo del sector comercial, desarrollar nuevas alternativas de actividades culturales y aumentar la posibilidad de empleos para los habitantes de la zona.
Las sugerencias están contenidas en la investigación “Políticas de identidad y revitalización urbana para la reorganización del flujo turístico de la Ciudad Colonial de Santo Domingo”, realizado por la arquitecta Melina Rodríguez como tesina del máster en Gestión y Valoración Urbana de la Universidad Politécnica de Cataluña.
Problemas. En el trabajo se destacan entre los problemas que afectan a la Ciudad Colonial el despoblamiento del casco histórico (25% en 16 años); concentración de la propiedad y falta de oferta de viviendas a bajo costo; poca posibilidad de empleo; desorden en gestión y planificación. También el deterioro de la vivienda y la pérdida de la identidad y pertenencia; desarticulación del resto de la ciudad y falta de incentivos y seguridad a la inversión privada.
Además falta de parqueos, la indisciplina vial y la falta de señalización de algunas zonas; el deterioro de aceras, contenes y calles, la obstrucción de aceras e inseguridad ciudadana.
De acuerdo al estudio, un 40% del espacio de la Ciudad Colonial tiene uso residencial; un 15% comercial. Además están los usos culturales, religioso e institucional.
Soluciones. El estudio aconseja concluir con la reparación integral de calles; priorizar la restauración y el mejoramiento de edificios y espacios públicos (tales como iglesias, museos, plazas, parques, etc.) de manera que se pueda fomentar la rehabilitación de edificaciones particulares.
Otras sugerencias es promover la asequibilidad de los procesos de rehabilitación, mantenimiento y reutilización de edificios existentes para la divulgación cultural.
Asimismo diseñar un sistema de registro para la clasificación y evaluación rutinaria de los establecimientos con fines turísticos que puedan servir de base para inspeccionar el manejo y la capacidad de acogida de la ciudad con el fin de asegurar la calidad urbana y las condiciones de los edificios patrimoniales.
Dotar al casco histórico de centros de información turística y diseñar un plan de capacitación en recursos humanos para mejorar la calidad y atención al turista. Desarrollar un plan para la regulación de las actividades de venta informal; y dotar de un espacio destacable para un mercado de artesanías que brinde oportunidades económicas a la población local con miras a frenar uno de los motivos del despoblamiento. También crear nuevos usos compatibles con los criterios de intervención que refuercen el carácter simbólico de la ciudad.
En el ámbito comercial propone mejorar el nivel cualitativo del sector en cuanto a los lugares que ocupa y su tipología de venta. Asimismo desarrollar nuevas alternativas para mejorar la calidad de la oferta de actividades culturales y turísticas. Además aumentar la posibilidad de empleos para los habitantes de la zona, favoreciendo lugares y restaurantes de comida tradicional.