Relatos

El retorno a El Limón y el nacimiento del pintor

Después de tantas aventuras y lograda ya la paz entre España y Francia, dado el derrocamiento de Napoleón, Benito decidió retornar a la finca de su suegro en El Limón.
Entre 1809 y principios de 1819, fecha de su salida y probable fecha de su retorno a Samaná, la colonia española de Santo Domingo había pasado por el período conocido como “la España Boba”.  Después de la reconquista de Sánchez Ramírez y el  derrocamiento de los franceses, el país, según Frank Moya Pons, “quedó totalmente devastado” y allí sólo se reflejaba “desolación y miseria”.  Pocos de los que habían emigrado a partir de 1795 regresaron.  Unos cuatro sargentos franceses habían intentado un golpe de estado para entregar la colonia a los franceses, pero habían fracasado y fueron fusilados.  Los franceses, en 1814 y 1816, también planearon, sin éxito alguno, reconquistar Haití.  Según Léonce Benedite, “después de numerosas peripecias debidas a la inestabilidad política, Benito Chassériau pudo retomar las posesiones de Santo Domingo en 1819”.

Los archivos eclesiásticos dominicanos de Samaná se quemaron en uno de los dos grandes incendios que consumieron el pueblo, pero la familia se llevó el acta de bautizo del pintor, texto que, traducido al francés, ha sido publicado en Europa.  Teodoro Chassériau nació el 20 de septiembre de 1819 y fue bautizado en Santa Bárbara de Samaná el 23 de noviembre de ese año siendo padrino y madrina sus hermanos Federico y María Antonieta (presumiblemente Adela), según el certificado de bautizo.  Actuaron como testigos los ciudadanos franceses Juan Ramírez y José Miranda.  El sacerdote que lo bautizó y emitió la certificación lo fue el padre Francisco de Paula Mueses, párroco de Samaná, quien según la historia dominicana llegó allí en febrero o marzo de ese mismo año.  En 1819 Samaná contaba con 754 habitantes.

Según Léonce Benédite, su lugar de nacimiento fue “la propiedad materna de Petit Toa”.  Según informó Louis A. Prat al autor, la familia Chassériau no dejó archivos, pues de quemaron y Benédicte bien puede haber oído el nombre “Petitoa” expresado verbalmente por uno de los descendientes.  Inmediatamente al Este del actual poblado de El Limón y después de cruzar el río del mismo nombre existe la sección de “Petitón, quien era dueño de un horno para quemar pan con el cual alimentaba a sus esclavos.  En efecto, un memorial del año 1800, descriptivo de la parte española de la isla, de la autoría de un francés, cita la existencia en la costa Norte de “un puertecito más o menos a medio camino, en un lugar llamado Limón, donde el ciudadano Petitón comenzó algunos trabajos de agricultura”.  Otro memorial de 1801, también de un francés, cita la “plantación (‘habitation´) de Petitón en El Limón”.  Dominicanos que ostentan el apellido Petitón nos confirman que descienden de un francés quien para esa época se radicó en Samaná y tenía esclavos.  En 1819 entre un grupo de habitantes de Samaná que firmaron un documento político aparece J. Petitón, un probable descendiente del primer Petitón.

Somos de opinión que los Chassériau Curet se ubicaron en la propiedad de Petitón donde nosotros descubrimos unas bases de piedra que indican la ubicación de antiguas casas y dos círculos concéntricos de piedras que lucen tuvieron algún uso industrial, ya sea un horno, un pozo o una despulpadora de cacao.  Se nos ha prometido una investigación arqueológica para definir bien los restos de la plantación.  En ningún otro lugar en El Limón existen bases de piedra de edificios antiguos.