Santiago. El otorgamiento de permisos por parte de las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente para la explotación de minas en comunidades de Santiago y La Vega que en algunos casos afectas a ríos y cordilleras.
En el municipio de Villa González, las fuerzas vivas vienen luchando desde los años 90 para evitar la explotación la Loma del Boquerón para la extracción de piedra, que supuestamente es utilizada para la construcción de carreteras en la región norte.
Actualmente, la empresa favorecida para la extracción de material instaló un campamento en la falda de la cordillera Septentrional.
Para esto abrió un trazo con la tala de árboles, a pesar de que se trata de una zona que está restringida desde los últimos gobiernos de Balaguer, por lo de la falla.
“Nos hemos opuesto a explotar la mina de piedra por el peligro eminente que significa dicha explotación debido a que si se le permite a una empresa ahora, luego vendrán los otros, a sabiendas del peligro que representa ante la vulnerabilidad y ante un eventual acontecimiento telúrico”, explicó la vicealcaldesa de Villa González, Bárbara Nayeli Reyes.
La lucha que libra le ha costado que algunos sectores, se dediquen a difamarla en medios de comunicación.
“Con todo el dinero que están gastando dándole a personas y arreglando calles, no se paga con lo que supuestamente ellos van a sacar”, refiere Reyes.
En tanto, que en comunidades de La Vega han tenido que acudir a las protestas para denunciar los daños ambientales.
A la entrada a ese municipio se observa como algunas montañas son depredadas para la extracción de material. En tanto, que en el municipio de Jima Abajo sus moradores reclaman el cierre de una mina de la que extraen materiales sin importar que esté a pocos metros del río Jima. Recientemente, comunitarios junto al sacerdote Rogelio Cruz marcharon para denunciar los daños ambientales y acusaron a sus autoridades municipales de ser permisivos.