El exsindicalista toma el relevo de Jacob Zuma al frente del país africano
Cyril Ramaphosa ha sido elegido este jueves como nuevo presidente de Sudáfrica en sustitución de Jacob Zuma. Presidente del Congreso Nacional Africano (CNA) —partido gobernante—, y único nominado para acceder al cargo, ha sido investido en una sesión en el Parlamento que comenzó a las 14.00 hora local (13.00 hora peninsular española) en Ciudad del Cabo.
Ramaphosa, que asumió en diciembre el liderazgo del CNA, buscaba la salida de Zuma, salpicado por varios casos de corrupción, con el fin de evitar una catástrofe electoral en las elecciones generales de 2019. El futuro mandatario, un exsindicalista convertido en millonario, ha prometido reactivar la economía del país, que lleva tiempo estancada, y erradicar la corrupción que azota a su partido y a la cúpula del Estado.
El cambio en la presidencia del país llega después de que el exmandatario Jacob Zuma cediera a las presiones y anunciara su dimisión, debilitado por un escándalo de desvío de fondos público. Pese a no estar de acuerdo con la decisión de su partido, el Congreso Nacional Africano —que el martes le invitó a abandonar el sillón presidencial—, Zuma renunció definitivamente este miércoles a medianoche. «He llegado a la decisión de dimitir como presidente de la república con efectos inmediatos», dijo en un en un discurso retransmitido en directo por televisión.
Tras semanas de tensiones, el CNA, que gobernó Sudáfrica desde el final del apartheid en 1994, acogió la dimisión de Zuma con alivio. «No vamos a celebrarlo», declaró el miércoles una de sus responsables, Jessie Duarte. «Hemos tenido que ‘retirar’ a un dirigente que sirvió a nuestro movimiento durante más de 60 años, no es cosa fácil».
De sindicalista a empresario multimillonario
Ramaphosa, nacido hace 65 años en Soweto, fue militante estudiantil en los setenta y después de obtener su licenciatura en derecho se dedicó de lleno al sindicalismo, fundando en 1982 el Sindicato Nacional de Mineros (NUM). Al frente de esta organización se dedicó a luchar contra el apartheid en el país africano.
Ya en los noventa, Nelson Mandela convirtió al joven sindicalista en una de las figuras que iban a negociar la transición política con el poder blanco, considerándolo uno de “los más talentosos de la nueva generación”. Aunque se presentó como candidato para dirigir el ANC, los caciques del partido lo dejaron de lado y optaron finalmente por Thabo Mbeki.
Casi un cuarto de siglo después, Ramaphosa ha accedido al poder después de convertirse en este tiempo en un exitoso empresario que ha conseguido amasar una fortuna de 378 millones de euros, según la clasificación de 2015 publicada en la revista Forbes. En este largo trayecto hacia la presidencia, la imagen moderada y su pasado de héroe en la lucha anti-apartheid han ayudado a este hábil negociador a concretar la ambición a la que ha dedicado toda su vida: dirigir Sudáfrica.
